Los gemelos siameses representan 1 de cada 100 mil nacimientos, y la gente siempre queda fascinada con este fenómeno genético que hace que dos personas fijados el uno al otro, en algunos casos compartiendo órganos.

La mayoría de los padres esperan que los niños puedan ser separados quirúrgicamente para tener una vida normal e independiente, algo imposible si se mantienen unidos.

Un par de siamesas británicas llamadas Ruby y Rosie Formosa se hicieron famosas cuando fueron exitosamente separadas al nacer, a pesar de que los médicos creían que morirían en las primeras horas de vida.

Nacieron con las caras fijadas la una a la otra, y además compartían parcialmente su abdomen e intestinos, por lo que las probabilidades de sobrevivir eran bajas, pero los doctores accedieron a separarlas.

Tener que entregar a mis bebés justo después de nacer y no saber si alguna sobreviviría me rompió el corazón”, dijo Angela Formosa, madre de las niñas.

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El día después de que nacieron, un equipo de 15 doctores separó a las gemelas tras un arduo procedimiento de 5 horas en el London’s Great Ormond Street Hospital. Angela confesó que “cuando los doctores salieron para decir que la cirugía había sido un éxito y que ambas chicas estaban perfectamente bien, fue como si nos hubiesen quitado un gran peso de nuestros hombros”.

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Hoy en día las niñas tienen 4 años, son completamente sanas y están “muy emocionadas” de asistir a la escuela.

Ahora son niñas hermosas que inspiran a todos con su energía y su increíble historia.