Hace 200 años la cazade ballenas era un trabajo como cualquier otro, no existía la consciencia que hay ahora. Hoy tenemos plástico y ropa sintética, gas natural y muchas formasde mantener nuestro hogar y nuestra vida, pero hace unos siglos la grasa, piely los órganos de las ballenas eran esenciales para el día a día de millones depersonas alrededor del mundo. 

Por suerte, eso hoy parece algo abominable. La matanza de ballenas se encuentra en un punto en el que la mayoría del mundo lo ve como algo inmoral, y en verdad merece esa mala fama, porque se trata de la cruel práctica de cazar a un animal amenazado. Sin embargo, no tenemos que dejar que sea una excusa para olvidarnos de que otros actos, tan simples como no separar el plástico, contribuyen a la muerte de las ballenas tanto como la cacería ilegal.

Sea como sea, aunque no es la única, la cacería de ballenas sí es una de las razones más importantes por las que el hombre llevó a todas las especies de ballenas al borde de la extinción. Pero por suerte, podemos celebrar una pequeña buena noticia.


Sobre todo, hay un incremento inusual con una clase de ballenas, las jorobadas que viven cerca de la Antártida han tenido un repunte en su población. A pesar de que bien entrado el siglo XX la ballena jorobada estaba en peligro de extinción, las investigaciones de Ari Frieldaender de la Universidad de California en santa Cruz ha demostrado que de los 239 machos y las 268 hembras que estudiaron entre 2010 y 2016 cerca de la Antártida, los números crecieron exponencialmente.  

No todo son buenas noticias

En los estudios de Frieldaender las hembras se mostraban embarazadas, pero en los últimos años eran cada vez más las que lo estaban
. A través de distintos métodos se descartó que contaran a una ballena dos veces, por lo que sus números son correctos, sin embargo, existe un problema con el incremento inusual de ballenas jorobadas.  

El alimento de casi todas las ballenas, entre ellas las jorobadas, es el kril. Este pequeño crustáceo vive debajo del hielo en la Antártida, sin embargo gracias al cambio climático cada vez hay menos huelo en la Antártida y mientras eso es justo lo que ha permitido que las ballenas se muevan con mayor libertad y se reproduzcan más, también es lo que limita el kril disponible.  

El cambio climático ha servido para la proliferación de ballenas jorobadas, sin embargo también es una triste ironía que la falta de hielo les permita nacer, pero también implique que cada vez son más ejemplares con menos comida disponible.  

Es importante luchar contra el cambio climático por cuestiones como estas. Para muchos puede pasar desapercibido, pero el problema puede ser muy grande en el futuro. Este es un ejemplo perfecto de cómo el cambio climático afecta todos los ecosistemas.