Llevar la naturaleza a tu hogar aumentará tu salud, tu optimismo y llenará de vitalidad tus días. Gracias a una nueva tendencia que cobra popularidad alrededor del mundo, un lago natural puede ser posible en tu propio jardín.

Se trata de las piscinas ecológicas, un método de construcción que recrea ecosistemas naturales. En lugar de utilizar agentes químicos como el cloro para desinfectar, se aprovechan las propiedades de las plantas y las rocas como filtros naturales.

No hay nada que la naturaleza no provea, es la premisa de las también llamadas “biopiscinas”, que nacieron en Austria en 1984 y son una alternativa sustentable que utiliza los recursos naturales conscientemente y protege la salud al evitar los productos artificiales.

Los diseños cuentan con tres sectores: las plantas se ubican dentro de la zona de filtración, ya que producen microorganismos que eliminan las bacterias y las algas. Las plantas acuáticas sumergidas, las plantas flotantes, marginales o arraigadas son las encargadas de filtrar, limpiar y conservar naturalmente el agua de las piscinas.

Además, está la zona de oxigenación, que cuenta con alguna tecnología de succión, arroyos o cascadas, y la zona de natación o baño, separada por medio de un muro. Esta división, más un desnivel y la ayuda de una bomba -que puede funcionar con energía solar- facilita la circulación del agua para evitar el desarrollo de larvas, mosquitos u otros insectos.

Lo que sí hay que tener en cuenta es que la zona de plantas puede contar con la presencia de peces, sapos o ranas; pero debido al muro no pasarán a la zona de baño y, favorablemente, se comerán el musgo y evitarán los hongos.

Beneficios de las piscinas naturales

Debido a su sistema de regeneración natural del agua, las piscinas son un organismo vivo como un lago o laguna, por lo tanto evitan problemas en la piel, mucosas y cabello que ocasionan los desinfectantes químicos como el cloro y los alguicidas.

Entre sus múltiples beneficios, también encontramos que las piletas ecológicas ahorran agua debido a que esta no se cambia, solo se repone cuando se ha evaporado. Si cuentan con piedras, las mismas transmiten al agua el calor del sol y mantienen una temperatura agradable. Todo esto fomenta un ambiente propicio para la armonía, la relajación y la conexión con la naturaleza.

Para considerar: las biopiscinas son más costosas ya que no pueden ser prefabricadas, deben ser construidas por expertos en el tema y diseñadas para cada jardín en particular. Si bien no se deterioran en invierno, necesitan un trabajo de jardinería en la zona de filtrado para mantenerse y es posible que debido al frío algunas plantas necesiten ser reemplazadas. También debe limpiarse el fondo de la zona de baño y la bomba con mayor frecuencia durante el verano.

¿TE gustaría tener UNA BIOPISCINA EN TU JARDÍN? ¡CUÉNTANOS EN LOS COMENTARIOS!

Fuentes:

El Federal

La Voz