“Witzari” significa en Wixárika “telaraña o tejido”; y es ahí donde se explica el corazón del Colectivo que lleva su nombre: la voluntad de formar una red de sinergia que apueste por el sueño colectivo de vivir mejor y en armonía con la naturaleza.

Aunque han sido guardianes de los tesoros y bellezas de México desde los tiempos más antiguos, conviviendo y respetando su naturaleza y la tradición ancestral, las comunidades originarias Wixaritari se encuentran hoy amenazadas, y necesitan la ayuda de todos.

Al igual que para muchas otras comunidades originarias que mantienen una relación cercana con la naturaleza como forma de vida, para los Wixaritari la degradación ambiental y la explotación irracional de recursos son un peligro, porque ponen en riesgo su supervivencia.

Esta comunidad se enfrenta actualmente a: la falta de agua potable, que afecta no solo su salud sino las cosechas y a los animales; al proceso de desertificación, que hizo que muchas de las fuentes de agua naturales hayan disminuido; y al constante desgaste del suelo, al no existir árboles ni materia orgánica que retengan la humedad.

Esta situación ha dejado a las comunidades en una situación de marginalidad que es necesario revertir. Por eso se volvió fundamental la búsqueda de nuevos modelos que cuiden al ser humano y a la naturaleza, y de maneras más amigables de relacionarse con el ambiente que vuelvan a primer a primer plano el valor cultural de la comunidad.

Actualmente, los Wixaritari están desarrollando un proyecto comunitario que les permite al mismo tiempo sustentarse y cuidar el medio ambiente.

Una apuesta por el trabajo colectivo para preservar la Comunidad

Con esta intención, Colectivo Wixari surge como un proyecto social que busca, a través del trabajo colectivo y participativo, mejorar la calidad de vida en las comunidades Wixaritari que viven actualmente en la Sierra Wixárika, México.

Porque para transformar es necesario participar e impulsar un sistema de producción que busque establecer relaciones más justas. Y para eso, hay que hacer dialogar los saberes tradicionales y ecotécnicas ancestrales utilizadas en el manejo del medio ambiente; sabiendo rescatar esos conocimientos tan valiosos que han sido marginados a lo largo de la historia.

Este proyecto se suma a “Ha Ta Tukari” con la iniciativa “Pasos hacia una restauración ambiental y soberanía alimentaria como proceso participativo”, que busca desarrollar tecnologías y mecanismos para detener y revertir el deterioro ambiental de la zona.

En este marco se está desarrollando un plan de restauración de suelos y agua, y otro de creación de huertos comunitarios. Todos los proyectos son participativos, es decir que la comunidad problematiza y reflexiona sobre su realidad y elabora soluciones en sus propios términos. Para esto, los conocimientos locales del uso de los recursos son una pieza central; que se integra con técnicas de permacultura y regeneración ambiental.

Seguir bordando la historia

Una de las iniciativas del colectivo es el “Proyecto Productivo Colectivo Wixari”, que produce artículos contemporáneos, especialmente tejidos, que son intervenidos con arte Wixárika. De esta manera, se traslada la iconografía de la cultura a artículos cotidianos de la vida moderna; conjugando el ayer y el hoy.

Esta iniciativa responde a la falta de recursos económicos y empleo de la comunidad; y le brinda un lugar y valorización a su conocimiento artístico.

De esta manera, se busca desarrollar una fuente de ingresos para la comunidad y crear, de la mano, una economía solidaria que permita sostener las formas tradicionales de vida de manera digna.

Además, los artículos que se comercializan tienen un diseño único y no son anónimos: llevan el nombre de quien lo realizó, convirtiéndose en portavoces de un significado identitario que revaloriza su cultura.

Cada uno de nosotros puede dar más color y vida a ese gran tejido de voluntades e hilar las acciones para bordar un futuro sustentable en todas las comunidades originarias. Adquiriendo alguno de sus productos de economía justa puedes ayudar a cuidar el patrimonio biocultural de la cultura Wixárika, que es uno de nuestros tesoros más preciados. ¡Súmate!