Si nunca habías escuchado el término democracia global ¡No te preocupes! porque como siempre, en Bioguia, te contamos todo lo que tenés que saber sobre los nuevos avances que se estudian en el mundo.

Para comprender mejor este término, nos ayudaremos con un libro llamado "Diálogo entre David Held y Heikki Patomäki: Los problemas de la democracia global" el cual comienza a realizarse las siguientes preguntas: ¿Es realmente factible la democracia más allá del ámbito del Estado-nación? ¿Existe un cierto eurocentrismo en el planteamiento teórico de la democracia global?

Lo cierto es que frente a estas reflexiones, la democracia global se presenta como uno de los proyectos políticos más atractivos y necesarios para unos, y utópicos para otros.

¿qué es la democracia global?

Según Heikki Patomäki la primera vez que se habló de democracia internacional o planetaria fue en los años cuarenta, cuando se fundó Naciones Unidas. Durante la Guerra Fría, el tema cayó en un olvido casi total. Sin embargo, en los años setenta, cuando el Tercer Mundo reclamó un nuevo orden económico internacional, se declaró que “todos los Estados son jurídicamente iguales y, como miembros iguales de la comunidad internacional, tienen el derecho de participar plena y efectivamente en el proceso internacional de adopción de decisiones para la solución de los problemas económicos, financieros y monetarios mundiales.

Este postulado demuestra que existió un aumento de interés por la mundialización y el debilitamiento progresivo de los Estados-nación, que por lógica dio lugar a que las personas adopten una perspectiva de desplazamiento hacia el nivel mundial de herramientas de regulación que perdieron eficacia a escala nacional o regional.

¿ES VIABLE UNA DEMOCRACIA GLOBAL?

Si bien aún nadie cuenta con la respuesta exacta, existen ciertos elementos que hacen pensar que se puede hablar de una democracia global a raíz de los siguientes motivos:

- Para unificar la heterogeneidad de las preferencias.

- Debido al aumento de los problemas mundiales tales como las crisis medio ambientales que competen más de un país al mismo tiempo.

- Y, para crear una conciencia cívica mundial.

Si bien algunos autores afirman que una democracia global es posible, otro tales como Pierre Jacquet, Jean Pisani-Ferry, y Laurence Tubiana​ reflexionan que "Para que la opción de la integración internacional sea sostenible, el pueblo debe poder sacar un provecho, los Estados ponerse de acuerdo sobre sus objetivos, y las instituciones responsables ser consideradas legítimas. Estas tres condiciones se cumplen sólo parcialmente."

[También te puede interesar ¿Por qué la política está tan desvalorada?]

Manifiesto por una democracia global

El Manifiesto por una democracia global según informa la plataforma oficial es una iniciativa que aglutina a un grupo de académicos/as e intelectuales de todo el mundo que se posiciona a favor de un orden global más justo, pacífico, democrático y humano.

De hecho, el manifiesto en sí mismo es una declaración pluralista que reclama avanzar hacia nuevas instituciones regionales, internacionales y mundiales, capaces de afrontar los desafíos del siglo XXI.

Los firmantes que deciden participar realizan un llamado fuerte de atención a los líderes políticos y a todos los ciudadanos en general para construir una democracia global que defienda los intereses comunes de toda la humanidad.

[No te pierdas de leer Las frases de Martin Luther King sobre la fuerza del amor y la no violencia que te dejarán sin palabras]

¿qué propone el manifiesto?

Estos son algunos de los puntos planteados por el Manifiesto por una democracia global:

- La política atrasa: la economía se ha globalizado, pero las instituciones políticas y la democracia, no. Con sus muchas peculiaridades, diferencias y limitaciones, las protestas que hoy se extienden por el planeta evidencian un creciente malestar con el sistema de toma de decisiones, las formas de representación existentes y su escasa capacidad para proteger los bienes comunes del sistema político. Expresan una exigencia de más y mejor democracia.

- El bienestar y la seguridad del mundo están amenazados: asistimos a la emergencia de procesos regresivos y destructivos derivados de la crisis económico-financiera, del aumento de las desigualdades sociales, del recalentamiento global y de la proliferación nuclear.

- Las crisis globales requieren soluciones globales: exigen la urgente creación de nuevas agencias globales especializadas en el desarme, el crecimiento estable, equitativo y sostenible y la protección del medio ambiente, y la rápida implementación de formas de gobernanza democrática global en todos los temas que las actuales cumbres intergubernamentales han demostrado ser incapaces de resolver.

- Necesitamos avanzar hacia nuevas, y más extensas y profundas, formas de democracia. El actual modelo de globalización tecnológico-económica debe ser superado por otro que ponga los instrumentos tecno-económicos al servicio de un mundo más justo, pacífico y humano. Las organizaciones nacional-estatales deben formar parte de una estructura más amplia y mejor coordinada, que debe incluir y articular instituciones regionales democráticas en todos los continentes.

- Globalizar la democracia es la única manera de democratizar la globalización: trabajamos en la construcción de espacios políticos supranacionales y reclamamos instituciones políticas regionales, internacionales y mundiales a la altura de los desafíos del Siglo XXI, que expresen las diferentes visiones y defiendan los intereses comunes de los siete mil millones de mujeres y hombres que componemos hoy la humanidad.

- Convocamos a todos los seres humanos a participar de la constitución de una democracia global: compartimos con los movimientos sociales mundiales el reclamo de “unirnos por un cambio global” y por una “democracia real”. Ambos postulados expresan el creciente rechazo a seguir siendo gobernados por poderes políticos y económicos sobre cuyas resoluciones no tenemos influencia. Queremos ser ciudadanos del mundo y no sus meros habitantes.