Por Celeste Condoleo

Los registros akáshicos son una dimensión de conciencia a la que la mente puede acceder activando zonas del cerebro que suelen estar dormidas. En sánscrito, la lengua sagrada de la India, akasha significa éter. Para el hinduismo, este es el quinto elemento de los cuatro que componen el mundo natural: agua, tierra, aire y fuego. A diferencia de ellos, el éter no tiene existencia física, es un espacio de energía sutil que está presente en todas las criaturas del planeta.

El akasha es el espacio multidimensional donde se guarda la información de cada alma: sensaciones, pensamientos, acciones y experiencias; así como toda la historia y probabilidades del universo. Pasado, presente y futuro se vuelven uno solo y se encuentran allí las vidas pasadas, el presente y las futuras posibilidades de cada persona.

La lectura del registro akáshico consiste en acceder a ese espacio multidimensional para recibir la información necesaria para la evolución personal. Su finalidad es conectarte con tu propósito de vida.

¿QUIÉN REALIZA LA LECTURA?

Existen diferentes métodos para acceder al archivo cósmico, dependiendo del terapeuta iniciado en la lectura de los registros akáshicos. Todos, esencialmente, reactivan la capacidad de canalizar información de los planos energéticos superiores, al expandir la conciencia. Los dos hemisferios del cerebro se equilibran y la mente puede comprender la información al traducirla en lenguaje, ideas, símbolos y arquetipos.

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El lector deja su ego de lado y transmite la información al consultante, sin opinar o interpretar. No se trata de un don especial: cada ser humano, con entrenamiento, tiene la capacidad de acceder a sus registros akáshicos, a los de otras personas -siempre con su consentimiento-, así como a la historia del universo.

La persona que canaliza decodifica el lenguaje de luz, que es el lenguaje que hablan los guías espirituales, ángeles y maestros ascendidos. Si tomas una lectura, te conectas directamente con tus guías espirituales para pedirles orientación y claridad sobre tu vida en este momento. Ellos te responderán, a través del terapeuta, exactamente lo que necesites saber para resolver cualquier situación que estés atravesando e impulsar tu crecimiento.

Puedes realizar preguntas como: ¿cuál es mi verdad?, ¿cuáles son mis dones?, ¿cuáles son mis miedos?, ¿cuáles son mis bloqueos? También puedes preguntar sobre vínculos afectivos, patrones de conducta y diversas situaciones que reclaman tu atención. La información que recibas te brindará una nueva comprensión y oportunidades de sanación.

¿CUÁNDO RECIBIR UNA LECTURA?

La intención es primordial: puedes recibir una lectura cuando necesites conectarte con tu espiritualidad y buscar guía para el momento presente. Las sesiones suelen durar una hora y, en general, está permitido grabarlas. Puedes encontrar lectores de registros akáshicos en la ciudad en la que vivas, así como tomar una sesión online.

Fuentes:

María Sofía Tulián, Manual de Lector de Registros Akáshicos.

Matías De Stefano