Craig Foster, un cineasta estresado por su agitado estilo de vida, decide volver a sumergirse en el mar como solía hacer de joven, en Cabo de las Tormentas, Sudáfrica. Sin anticiparlo, lo que al comienzo era una actividad para descansar se convirtió en su centro de atención gracias a la aparición de un pulpo muy llamativo (Octopus vulgaris).

Haciendo uso de su equipo de filmación, Craig decidió visitar diariamente el bosque de algas en busca de su enigmático huésped. Poco a poco, termina formando un vinculo de confianza con el pequeño animal de ocho brazos. Sorprendido por la manera de actuar del pulpo, decide filmarlo y aprender más sobre el y el ecosistema del lugar. Su habilidad con la cámara y su perseverancia en visitar el bosque sin faltar un solo día le permitió aprender de manera sobre este entrépito animal, llegando incluso a filmar comportamientos nunca antes vistos por nosotros.

Me considero partidario de la idea de que para proteger algo es necesario conocerlo. Por eso ,pienso que este documental es clave para apreciar la fantástica diversidad que nos ofrece la tierra y valorarla por lo que es: una inmensa red de interacciones entre organismos de todo tipo.

Este documental nos da la posibilidad de conocer de una manera distinta, quizás más íntima, la vida de un pulpo, un animal del que pocos han escuchado hablar y del que mucho tenemos para aprender. Se trata de uno de los invertebrados más inteligentes que habita la tierra, que tiene más cosas en común con nosotros de las que pensábamos.

Sin embargo, también pienso que no hay que perder de vista que se trata de un animal salvaje en su ambiente natural. Romantizar la relación con un animal que naturalmente no debería vincularse con nosotros, los humanos, puede tener efectos negativos para él, como exponerse y ser atacado por otros animales, o generar dependencia para alimentarse, para dar algunos ejemplos.

En el mismo sentido, ¡visitar con tanta frecuencia un ambiente natural puede generar un impacto sin que nosotros lo percibamos, por más de que no queramos! Si bien el cineasta habla al respecto en uno de los momentos más tensos del documental y opta por no intervenir, luego lo termina haciendo. Con esto no quiero desvalorizar el enorme trabajo que se hizo para poder realizar este gran documental, sino más bien tomar conciencia sobre las acciones que tomamos y el efecto que producen sobre los ecosistemas.

Por último, te invito a ver Mi Maestro Pulpo y enamorarte de lo magnifico que es el mundo marino y, quizás, quedarte con algunas de las enseñanzas del habitante del mar. Si te atrapó tanto como a mi y querés saber mas sobre lo que sucede bajo el mar, te recomiendo otros documentales como En busca del Coral o Planeta Azul.

También podés mantenerte actualizado sobre los proyectos de investigación y conservación relacionados a este documental visitando la página de Sea Change Project, organización co-fundada por Craig Foster.

Por Franco Bernal, Licenciado en Cs. Biológicas e integrante de @ahoraque_ok.