PowerTrekk es el primer cargador portátil para dispositivos móviles que funciona con agua. La tecnología le permite a los usuarios tener una fuente instantánea de energía en cualquier lugar y en cualquier momento.

Fue desarrollado por la compañía sueca myFC y funciona gracias a una reacción química que permite cargar todos los dispositivos compatibles con USB, incluso tabletas. Así, libera a los usuarios de la necesidad de estar cerca de una fuente de electricidad. Tampoco requiere de condiciones climáticas específicas, a diferencia de otros productos similares que funcionan con energía solar.

El ingrediente secreto del PowerTrekk es el siliciuro de sodio, un nuevo polvo químico que fue desarrollado por la empresa desarrolladora de energías amigables con el medioambiente SiGNa Chemistry. Este cargador es el primer producto comercial en utilizarlo. Al mezclar el polvo con agua, se produce la reacción química que genera el gas hidrógeno que hace funcionar el dispositivo. Así, a diferencia de otras baterías portátiles o cargadores solares, produce electricidad.

El proceso es sencillo. El siliciuro de sodio viene almacenado en un contenedor redondo similar a una lata de pomada. Se introduce en una de las mitades del contenedor del cargador. En la otra mitad, se debe colocar el agua. Una vez sellado, la reacción química se inicia automáticamente. La única emisión es un poco de vapor de agua. Un pote de polvo y una cucharada de agua generan 1400 mAh.

El tiempo de carga depende principalmente del tamaño de la batería que contenga el dispositivo móvil. Un smartphone moderno, por ejemplo, tardará el doble de tiempo en cargarse por completo en comparación a lo que tardaría si se lo conectara a un enchufe de pared.