Los mensajes en botellas son un método de comunicación que se utilizó antiguamente, en donde una pequeña carta se introducía en una botella y se lanzaba al mar, para que otra persona la pudiera recoger y así ser receptora de algún mensaje.

Esto mismo ocurrió hace poco cuando una mujer encontró una botella en el río Cheboygan, en Michigan, Estados Unidos, con un mensaje escrito en 1926 en su interior y tomó la decisión de cumplir con las instrucciones de su autor.

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Jennifer Dowker, de 45 años, es propietaria de la empresa Nautical North Family Adventures, que ofrece excursiones náuticas. El pasado 18 de junio, mientras buceaba para limpiar las ventanas del fondo de su embarcación, encontró una pequeña botella verde con un mensaje en su interior de hace casi un siglo.

“La botella estaba en el fondo del río a unos tres metros de profundidad. Primero pensé que estaba vacía, pero cuando la recogí pude ver el papel. Fue algo increíble”, le dijo Dowker al medio CNN.

La capitana del barco contó que la botella tenía 2/3 tercios de agua pero que el texto se había conservado bastante bien después de pasar tanto tiempo en el río. Para evitar romperlo, lo sacó con una delicada herramienta y lo desenrrolló.

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La nota estaba fechada en 1926 y decía: “La persona que encuentre esta botella devolverá este papel a George Morrow Cheboygan, Michigan, y dirá dónde la encontró”.

Dowker le explicó a CNN que Cheboygan es una ciudad pequeña y que sabía que algunos Morrows vivían en el área, por lo que decidió publicar las fotos en la página de Facebook de su empresa. “Pensé que sería bastante rápido rastrear a la persona. Así que me olvidé de esto porque ya era tarde y me fui a la cama”, indicó.

Al día siguiente, se comunicó con la hija de George Morrow, Michelle Primeau, una jubilada de 74 años. Primeau dijo que no tiene Facebook, pero que un completo desconocido la llamó por teléfono para contarle de la publicación. En cuanto vio la nota, reconoció la letra de su padre y recordó que él tenía la costumbre de dejar cartas para que las personas las encontraran.

Además cuenta que Morrow falleció en 1995 y que la fecha de la carta sugiere que la arrojó al agua justo antes de cumplir los 18 años.

Tras el hallazgo decidió enmarcar el mensaje y lo adjuntará con una foto de su padre cuando era joven. Al final, la botella volvió a George, pero a manos de su hija y casi un siglo después.

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Fuente: lanacion.com.ar