Impresiona: descubren esculturas que parecen cobrar vida: los visitantes de Pompeya, la antigua ciudad romana sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C., suelen concentrarse en sus frescos, anfiteatros y baños decorados. Sin embargo, al cruzar los límites de la ciudad se encuentra un mundo igualmente significativo: las necrópolis y tumbas romanas, donde los antiguos rendían homenaje a sus muertos.
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Tumbas romanas: caminos de memoria
Para los romanos, las carreteras que conectaban las ciudades eran auténticos “caminos de la memoria”. A lo largo de estas rutas se erigían tumbas desde monumentos sencillos hasta estructuras elaboradas diseñadas para banquetes funerarios, donde familiares y amigos honraban a los difuntos.
El hallazgo reciente: una tumba monumental con esculturas
Recientemente, arqueólogos descubrieron en Pompeya una tumba monumental coronada por esculturas de tamaño natural de un hombre y una mujer, ubicadas en el sector este de la ciudad. Estas esculturas representan a la pareja de pie, una junto a la otra, y están talladas con un nivel de detalle que revela mucho sobre la sociedad romana.
Detalles de las esculturas
- Altura y vestimenta: la mujer mide 1,77 m y viste túnica, manto y velo, mientras que el hombre mide 1,75 m y luce la toga romana tradicional.
- Símbolos de poder y rol: la mujer sostiene una rama de laurel, indicando su posible rol como sacerdotisa de la diosa Ceres, diosa de la agricultura y la fertilidad. El hombre está representado como ciudadano romano, o togatus.
Una mujer con autoridad en la Pompeya antigua
Lejos de ser una mera acompañante, la escultura femenina refleja estatus y autoridad propia, desafiando la suposición de que las mujeres solo eran representadas como esposas. La altura ligeramente superior de la mujer y los símbolos religiosos sugieren que tenía un rol relevante en la comunidad.
Comparaciones históricas: Micenas y Pompeya
Este hallazgo no es único en la antigüedad. En la Edad de Bronce Tardía en Micenas, análisis de ADN de tumbas reales revelaron que mujeres representadas junto a hombres no siempre eran esposas, sino miembros importantes por linaje o estatus, demostrando que las mujeres podían tener presencia y poder en la sociedad antigua.
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