Estas 4 bacterias podrían exterminar a la humanidad: son invisibles, mortales y están entre nosotros. Aunque no ocupan portadas, estas bacterias tienen el potencial de desatar pandemias globales si se propagan sin control. Conocé cuáles son y por qué representan una amenaza real para el futuro de la humanidad.

En un mundo donde la atención suele centrarse en virus como el SARS-CoV-2, existe otro tipo de amenaza silenciosa: bacterias extremadamente letales con capacidad de ser pandémica. Algunas de ellas han sido utilizadas como armas biológicas en el pasado y, si se liberaran a gran escala, podrían desatar catástrofes sanitarias sin precedentes.

A continuación, analizamos cuatro patógenos bacterianos que, por su capacidad de transmisión, letalidad y resistencia, figuran entre las mayores amenazas biológicas del planeta:

1. Bacillus anthracis (ántrax inhalado)

Esta bacteria, responsable del ántrax, produce esporas capaces de sobrevivir en el ambiente durante décadas. Cuando se inhala, puede causar una infección pulmonar mortal con una tasa de letalidad cercana al 85% si no se trata a tiempo. Fue utilizada como arma biológica en ataques terroristas, y su facilidad de dispersión la convierte en una pesadilla para la bioseguridad.

2. Yersinia pestis (peste neumónica)

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Aunque silenciosas y fuera del radar mediático, estas bacterias tienen el poder de causar pandemias letales si no se controlan. Conocé los patógenos que podrían cambiar el destino de la humanidad. (PINTEREST)
Aunque silenciosas y fuera del radar mediático, estas bacterias tienen el poder de causar pandemias letales si no se controlan. Conocé los patógenos que podrían cambiar el destino de la humanidad. (PINTEREST)

Es la misma bacteria detrás de la Peste Negra que devastó Europa en el siglo XIV. La variante neumónica puede transmitirse por el aire entre humanos, lo que la hace altamente contagiosa y peligrosa. Su mortalidad puede superar el 90% sin tratamiento, y existen registros de brotes recientes en regiones de África y Asia.

3. Clostridium botulinum (botulismo)

Produce la toxina más letal conocida: una dosis microscópica puede provocar parálisis total y muerte por insuficiencia respiratoria. Aunque su forma alimentaria es más conocida, el riesgo real está en su posible uso como agente bioterrorista. Es difícil de detectar y actuaría con rapidez si se liberara en espacios cerrados.

4. Francisella tularensis (tularemia)

Altamente infecciosa: basta con inhalar entre 10 y 50 bacterias para desarrollar síntomas graves. Tiene potencial de transmisión aérea y ha sido clasificada por los CDC como una posible arma biológica. Si bien existen tratamientos, su rápida evolución la hace difícil de contener en escenarios de exposición masiva.

💣 ¿Qué pasa si se escapan?

Estas bacterias podrían cambiar la historia de la humanidad si fueran liberadas intencionalmente o por accidente. En un contexto de cambio climático, guerras, y aumento del bioterrorismo, la amenaza no es ciencia ficción. Los expertos en salud pública y bioseguridad coinciden en que se necesita más inversión en detección temprana, vacunas y protocolos de respuesta ante estas bacterias silenciosas... y potencialmente devastadoras.