1,7 millones de virus desconocidos: pronóstico sobre la próxima pandemia: un destacado epidemiólogo advierte que la próxima pandemia podría superar al COVID-19 en letalidad. Se estima que existen 1,7 millones de virus aún sin conocer que pueden transmitirse de aves y mamíferos al ser humano.
Introducción
La devastadora pandemia de COVID-19 cambió el mundo de un modo irreversible: millones de vidas perdidas, economías paralizadas y un sistema de salud al límite. Pero, según el experto en enfermedades infecciosas Michael T. Osterholm —fundador del Center for Infectious Disease Research and Policy (CIDRAP)—, lo peor podría estar aún por venir. Su última obra advierte que otra pandemia, incluso más letal que la de COVID-19, podría ocurrir en nuestra vida.
¿Por qué la próxima pandemia podría ser peor?
Científicos estiman que existen cerca de 1,7 millones de virus aún por descubrir que pueden saltar de aves o mamíferos al ser humano, y aproximadamente el 40 % de ellos podrían representar un riesgo para nosotros.
La probabilidad estimada de que ocurra una pandemia similar a la de COVID-19 en un año determinado se ubica entre 2,5 % y 3,3 %, lo que aunque baja, no es nula.
Según Osterholm, muchas de las herramientas y sistemas de respuesta todavía son vulnerables: “gastamos miles de millones en defensa nacional, pero las pandemias han matado más que todas las guerras modernas”.
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¿Dónde podría empezar?
La fuente del brote de la próxima gran pandemia —según Osterholm— tendría características claras:
- Un virus que se origine en animales (reservorios naturales como murciélagos, cerdos, aves de corral o monos) y salte al ser humano.
- Una región con sistemas de salud débiles o comunidades vulnerables, que permite que el contagio crezca sin control. En su libro se plantea un escenario hipotético en el este de África (Kenya / Somalia) para ilustrar cómo podría darse el “primer brote” antes de propagarse globalmente.
- Un virus que combine alta transmisibilidad (como la del SARS-CoV-2) y alta letalidad (como la del virus del síndrome respiratorio de Oriente Medio, MERS).
¿Qué podemos (y debemos) hacer para prepararnos?
- Reconocer la vulnerabilidad global: Como bien dice Osterholm, “ninguno de nosotros está salvo hasta que todos lo estén”. Los virus no respetan fronteras ni nacionalidades.
- Mejorar la producción y distribución de vacunas y antivirales: El libro resalta la necesidad de ampliar la capacidad global de manufactura e implementar cadenas de suministro más resilientes.
- Fortalecer los sistemas de salud y buscar equidad: Las inequidades demostradas durante la pandemia del COVID-19 muestran que los países con recursos limitados quedan severamente en desventaja ante nuevas amenazas.
- Adoptar una cultura de preparación permanente: No basta reaccionar; se necesita un enfoque tipo “defensa nacional permanente” frente a las pandemias: monitoreo, inversión, planificación y protocolos actualizados.