Las políticas públicas de los municipios alrededor del mundo pueden ayudar inmensamente a reciclar, reducir y reutilizar los residuos que generamos. Los pequeños pueblos de Italia, por ejemplo, desarrollan instrucciones claras y específicas para los vecinos.

En Cessaniti, un pueblo de Calabria que se encuentra al sur de Italia, en las puertas de cada hogar debe haber un contenedor negro donde se depositan las bolsas en los días específicos en que deben ser desechadas. El color de las bolsas es muy importante, ya que de esta forma los encargados de recolectarlas pueden reconocer qué tipo de residuo tiene en el interior. Así mismo, los días en que se saca cada bolsa es esencial, ya que impide que se expongan al calor o a la lluvia.

Lunes, miércoles y sábados: residuos orgánicos

En una bolsa biodegradable blanca se reciclan restos de comida orgánica: cáscaras de fruta y verdura, cáscaras de huevo, huesos y restos de carne y pescado, pan duro, café molido, saquitos de té, flores.

Martes y viernes: residuos no reciclables

En una bolsa negra se desecha todo lo que no puede entrar en otras categorías de reciclaje: juguetes, tapetes antideslizantes, guantes desechables, cerámica, porcelana, pañales, toallas sanitarias, bolsas para aspiradoras, colillas de cigarrillos.

El martes también se sacan fuera colchones, electrodomésticos, cartuchos para materiales impresos y muebles. La comuna se ocupa de estirar su vida útil.

Jueves: papel, cartones, vidrio y multi-materiales

En una bolsa amarilla se reciclan los papeles y los cartones: periódicos, revistas, libros, cuadernos, formularios continuos para impresoras, cajas de cartón, envases de alimentos debidamente lavados.

En una bolsa verde, se recicla el vidrio: botellas de agua mineral y refrescos en general, frascos de vidrio, botellas y envases de vidrio y cristalería.

En una bolsa azul se reciclan materiales diversos: botellas de agua mineral y refrescos, botellas para la limpieza del hogar, recipientes de higiene personal, bandejas de plástico, poliestireno para alimentos, películas de embalaje, cajas de plástico, latas de aluminio, recipientes de metal. Todo debe estar debidamente lavado y secado.


Además, cada comuna cuenta con contenedores para volcar los aceites vegetales usados y que puedan ser reutilizados. También hay contenedores donde llevar ropa usada que puede tener una segunda vida. La comuna se encarga de lavarla y distribuirla a quienes la necesitan.

Poner en práctica esta política municipal puede parecer engorroso al comienzo, pero con el transcurso del tiempo se vuelve una costumbre. Recuerda que la motivación por cuidar el ambiente y reducir al máximo nuestro impacto en el planeta es lo que genera el cambio.

¿CUÁLES SON LAS POLÍTICAS DE TU CIUDAD? CUÉNTANOS EN LOS COMENTARIOS.

Fuente:

Comune di Cessaniti