Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una fecha impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para promover la enseñanza del cuidado del medio ambiente y lograr instalar el concepto de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar.

Este día fue pensado con el objetivo de tomar conciencia de la importancia que tiene tratar los desechos correctamente para proteger el ambiente. ¿Cómo? Al reciclar todos los residuos que son útiles -como latas, botellas de plástico, frascos de vidrio, papel, cartón o diarios- podemos ayudar a evitar el agotamiento de los recursos naturales y a reducir la contaminación.

Pero hay un elemento que se destaca en esa lista: el plástico. La alarma está puesta en este producto ya que se trata de uno de los materiales más desechados durante el 2020 y que puede tardar entre 100 y 400 años en degradarse. Se estima que en el mundo se tiran a la basura cerca de 1.300 toneladas de plástico por año, una cifra que calculan que, en sólo seis años, podría llegar a duplicarse.

IMPACTO AMBIENTAL: ¿A DÓNDE VA EL PLÁSTICO QUE DESECHAMOS?

Para tomar conciencia de cómo el plástico forma parte de nuestra vida cotidiana basta con mirar bien cerca: en nuestra casa. Desde el pan de molde para las tostadas, hasta el envoltorio del papel higiénico, las botellas con las que nos hidratamos e, inclusive, a veces hasta la fruta, la mayor parte de lo que consumimos diariamente viene envuelto en plástico.

En la mayoría de los casos, lamentablemente, todo este plástico que ingresa a nuestro hogar termina en la basura y es así como luego podemos encontrar plásticos y microplásticos, tanto en los ecosistemas terrestres como en los marinos.

De acuerdo a las últimas estadísticas sobre el tema, el plástico que se encuentra en el océano proviene en un 80% de las ciudades y en un 20% directamente desde el mar como producto de los desechos de barcos comerciales y pesqueros. Según el Foro Económico Mundial, si no cambiamos la situación de manera urgente, para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos.

Es por eso que, para evitar que se siga contaminando con plástico, es fundamental reducir su producción, sobre todo para envases y productos que son de un solo uso. De hecho, este último tipo constituye la mitad del total del plástico que se produce actualmente en el mundo.

¿Por dónde empezar? Uno de los puntos clave para lograr revertir este panorama es enfocarse en los 4 “monstruos del plástico”:

  1. Bolsas de plástico
  2. Pajitas desechables
  3. Vasos desechables
  4. Botellas de agua

COMPRAR CON PROPÓSITO: AGUA ENVASADA VS. AGUA PURIFICADA

En el caso del sistema de agua envasada, se estima que cada argentino desecha por año 300 botellas PET de las cuales solo un 30% como máximo puede ser recuperadas para reciclaje, siempre y cuando se garantice su correcta disposición y gestión como residuo.

Como Empresa B, PURA tiene entre sus principales propósitos que cada vez más personas tomen consciencia sobre la importancia de generar nuevos hábitos y consumir menos plástico. Sus purificadores y botellas reutilizables son un puente para evitar el descarte de plásticos y generar impacto ambiental positivo en nuestro planeta.

Durante 2019 la empresa de tratamiento de agua PURA realizó un Análisis de Ciclo de Vida para identificar, cuantificar y caracterizar los diferentes impactos medioambientales potenciales. Así fue como descubrió que tomar 2 litros de agua embotellada genera 235 veces más calentamiento global que si se toman 2 litros de agua de un purificador.

Estudio realizado por Pura junto al INTI Argentina.

Otro punto importante, es el impacto que genera el sistema de transporte y distribución. En el caso del sistema de agua envasada el impacto es mayor, ya que se destaca el uso de transporte del producto de manera constante y recurrente; de la planta al supermercado y del supermercado a los hogares. Por el contrario, el sistema de agua purificada solo realiza un único envío del producto, por única vez.

A través de sus diferentes productos, la empresa PURA trabaja todos los días por un propósito: cambiar el mundo a través del agua.

Purificador Pacífico

Un Purificador Pacífico tiene un rendimiento de 40.000 lts y se estima que evita el uso de 20.000 botellas plásticas de 2lts.

Purificador Atlántico

Un Purificador Pacífico tiene un rendimiento de 20.000 lts y se estima que evita 10.000 botellas plásticas de 2lts.

Botellas Honu

Con una botella reutilizable Pura Honu se evita el consumo de 1500 botellas plásticas de 500 ml de un solo uso, al año por persona.

Purificador Antártico y Ártico (línea ósmosis inversa)

Un Purificador Antártico Bajo Mesada tiene un rendimiento de 145.000 lts y se estima que evita que 104 bidones de agua embotellada de 12lts contaminen el medioambiente por año.

Jarra purificadora

Una Jarra Purificadora Bali tiene un rendimiento de 1000 litros y se estima que evita el uso de 500 botellas plásticas de 2lts.

Como parte de su compromiso con el medio ambiente, además en PURA reciben purificadores en desuso de otras marcas para poder darle un descarte amigable: lo llevan a una planta de reciclaje donde los materiales plásticos extraídos son utilizados para hacer otros productos.

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