Ésta es la historia de Koko, una gorila de 38 años de edad que aprendió a hablar el lenguaje de los signos desde corta edad, y a quien llegada su edad de madurez sexual, le surgió la necesidad de cuidar de un gatito como si fuera su bebé gorila.
Durante el proceso, Koko ha aprendido a usar 1000 signos del lenguaje de señas, así como a comprender 2000 palabras del inglés.
Koko no puede tener hijos propios, pero esta dispuesta a darle amor a otra especie, y nos demuestra que el amor entre animales no tiene fronteras.Ella atiende a su gatito y lo coloca en su brazo como si fuera su bebé abrazándolo cerca de su pecho. Acaricia siempre su pequeña cabeza, midiendo su fuerza, y le hace cosquillas en su panza.
Mientras está con su pequeño gatito, a Koko no le interesa jugar con los juguetes que le dá la Dra. Penny. Ella se enfoca en el cuidado de su pequeño hijo adoptivo, incluso le enseña cómo comer, usando una pequeña rebanada de pastel de jueguete.
A Koko le gusta llevar al pequeño gatito en su espalda, y pasearlo para que vea desde ahí lo que puede ser una verdadera familia.
La misión de la Fundación Gorila es tener relaciones de interespecies para comunicar y concientizar a las personas, con el fin de salvar a los gorilas de la extinción inminente, e inspirar a todos sobre un futuro sostenible para los grandes simios.
Fuentes:https://es.noticias.yahoo.comhttp://www.seamosmasanimales.com/