El desastre petrolero en las costas de Brasil iniciado a fines de agosto ha afectado a un total de 720 playas, según informó el portal local G1. Estos datos provienen de la última encuesta del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), publicada el 21 de noviembre.

En total, se estima que el 72% de los municipios de la costa noreste han sido contaminados desde el comienzo de este desastre ambiental. De las 117 ciudades afectadas, 112 están en el noreste y cinco en Espíritu Santo, el primer estado en el sureste afectado por las manchas.

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), hay 156 municipios en la costa noreste. El petróleo también ha afectado a 141 animales en la costa, según otro informe de Ibama publicado el 20 de noviembre. De ellos, 100 fueron encontrados muertos y solo 41 sobrevivieron. Las tortugas marinas son las que más sufren las consecuencias del derrame: 96 tortugas de diferentes especies han sido contaminadas.

¿De dónde viene el petróleo?

La investigación para determinar el origen del petróleo que contamina las playas brasileñas aún no se ha completado, por lo que sigue siendo un misterio. Organizaciones ambientalistas como la Asociación Nacional de Carreras de Especialistas Ambientales, han criticado al gobierno por demorar demasiado en actuar, considerando que las primeras manchas de petróleo se hallaron el 30 de agosto, en Paraíba. El gobierno reaccionó el 2 de septiembre y el derrame acaparó atención pública en las siguientes semanas.

Según las agencias federales que investigan el caso, el petróleo crudo es el mismo en todas las playas afectadas. Una investigación de la Policía Federal señala que el buque griego Bouboulina es el principal sospechoso de la fuga. El buque cargó 1 millón de barriles de crudo en Puerto José, Venezuela, el 15 de julio, y zarpó hacia Malasia, pasando la costa de Paraíba el 28 de julio.

La empresa Delta Tankers, que es responsable del barco, afirma tener evidencia de que Bouboulina no está relacionada con el incidente.

Los daños ocasionados

El petróleo se ha acumulado a lo largo de miles de kilómetros de playas, manglares y arrecifes en las costas de decenas de ciudades. Los expertos afirman que el crudo no ha llegado en grandes manchas flotando sobre la superficie del agua, como se ha visto en derrames históricos como el petrolero Exxon Valdez en 1989, o la explosión en 2010 de la plataforma de perforación petrolera Deepwater Horizon en el Golfo de México.

En cambio, este petróleo es un crudo especialmente pesado, tan denso que a menudo flota debajo de la superficie del agua, lo que hace que sea mucho más difícil encontrar la fuente o medir la escala completa del derrame. El petróleo está emergiendo a medida que llega a tierra esporádicamente, lo que significa que una playa puede presentar grandes cantidades, mientras que otra cercana no se verá afectada en lo absoluto.

Los derrames petroleros, además de empapar peligrosamente a la fauna y flora local, crean una película sobre la superficie del agua, lo que impide el paso de la luz del sol a las regiones más bajas, potencialmente causando la muerte de las plantas que la requieren para realizar su fotosíntesis. Los ecosistemas de las praderas marinas son algunos de los más afectados, porque dependen de las algas y plantas submarinas.

Brasil ha recolectado aproximadamente 600 toneladas de crudo en sus esfuerzos de limpieza. También trabajaba para rehabilitar las aves y tortugas marinas sobrevivientes que son halladas cubiertas de petróleo.

Fuentes:

G1

BBC Mundo

Reuters