Rusia publica un catálogo de niños en adopción: las autoridades rusas en Lugansk han puesto en línea una base de datos con casi 300 menores ucranianos ofrecidos para acogida, incluyendo fotos, características físicas y descripciones de personalidad. Kyiv y organizaciones de derechos humanos califican la medida como un crimen de guerra y un acto de trata infantil.
Una plataforma controvertida
El sitio web, gestionado por el departamento de educación de las autoridades ocupantes, permite filtrar a los menores por edad, color de ojos, tipo de cabello y modalidad de acogida, ya sea adopción o tutela temporal. Cada ficha incluye fotografía, nombre, género, edad y una breve descripción del carácter del niño, usando términos como “obediente” o “tranquilo”.
Mykola Kuleba, director de la ONG Save Ukraine, alertó que la plataforma “no se diferencia en nada de un catálogo de esclavos” y que el mundo debe actuar de inmediato para detener la explotación. Muchos de los menores trasladados forzosamente fueron registrados como ciudadanos rusos, legitimando de facto su secuestro, según Save Ukraine.
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Traslados forzosos y cifras alarmantes
Desde el inicio de la invasión a gran escala en febrero de 2022, Ucrania ha confirmado al menos 19.500 casos de niños deportados a Rusia, zonas ocupadas o Bielorrusia, aunque estimaciones extraoficiales elevan la cifra hasta 300.000. Los traslados forzosos no son nuevos: desde 2014, tras la anexión de Crimea y la ocupación parcial del Donbás, muchos menores fueron entregados a familias rusas en distintas regiones de Rusia.
La comunidad internacional ha denunciado estos traslados como crímenes de guerra. En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra Vladimir Putin y su comisionada para los derechos del niño, María Lvova-Belova, por su implicación directa en la deportación ilegal de menores ucranianos.
Las imágenes del catálogo muestran una interfaz funcional con filtros visuales que refuerzan la narrativa rusa de que se trata de huérfanos, ocultando el contexto violento del traslado. Para Kyiv, esto representa una violación flagrante del derecho internacional humanitario y un obstáculo clave para las negociaciones de paz.