La verdad detrás del color nieve de las focas bebé: ¿Por qué las crías son tan blancas? El sorprendente secreto detrás de su pelaje esponjoso
Los ejemplares juveniles —especialmente las focas arpa— se han convertido en uno de los animales más tiernos del planeta gracias a su pelaje blanco como la nieve. Pero esa apariencia adorable esconde un mecanismo de supervivencia que la ciencia viene investigando desde hace décadas.
A continuación, te contamos por qué son blancas, cuál es la función exacta de ese pelaje temporal y qué amenazas enfrentan en un planeta que se calienta.
Un pelaje blanco que no es casualidad
El blanco de su pelaje coincide casi a la perfección con el entorno helado del Ártico. Este camuflaje visual ayuda a que las crías —que todavía no saben nadar ni defenderse— pasen desapercibidas para depredadores como osos polares y zorros árticos.
Además de esconderlas, el color blanco refleja la luz solar, ayudando a regular la temperatura del cuerpo. Las crías no tienen suficiente grasa (grasa subcutánea) al nacer, por lo que este pelaje cumple un rol clave para conservar calor y evitar la hipotermia.
¿Siempre son blancas? Una transformación que dura pocos días
Apenas nacen, parecen pequeñas bolas de nieve
Las crías de foca arpa nacen totalmente cubiertas por un manto blanco esponjoso llamado lanugo. Este pelaje no es permanente: dura de 12 a 14 días, tiempo durante el cual el cachorro aumenta de peso rápidamente gracias a la leche riquísima en grasa de su madre.
Después de dos semanas, el pelaje blanco se cae y aparece un manto grisáceo más oscuro, ideal para su vida acuática. Este cambio marca el inicio de una nueva etapa: comienzan a nadar, explorar y adaptarse al entorno marino.
El clima está cambiando: ¿qué significa eso para las focas bebé?
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El calentamiento global está reduciendo la capa de hielo del Ártico, lo que provoca que muchas crías nazcan sobre superficies inestables o que se derriten antes de que puedan nadar.
Esto aumenta el riesgo de ahogamiento y disminuye sus posibilidades de supervivencia.
Menos hielo, menos camuflaje
Sin áreas cubiertas de nieve, el pelaje blanco pierde su principal función de camuflaje, volviendo a las crías más visibles para depredadores… y para actividades humanas dañinas.
¿Qué podemos hacer para protegerlas?
Cada acción importa: ahorrar energía, elegir productos responsables, apoyar organizaciones que trabajan por la conservación del Ártico y exigir políticas climáticas más ambiciosas.
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