La infancia temprana es una etapa crucial del desarrollo humano en la que la alimentación juega un papel muy importante. Tanto el déficit de nutrientes como la ingesta de ingredientes tóxicos puede tener consecuencias que se harán sentir toda la vida.

La organización Healthy Babies Bright Futures, dedicada a generar conciencia sobre los efectos de la exposición a elementos tóxicos en los primeros años de vida, publicó un informe en el que indica que el 95% de los alimentos para bebés están contaminados con uno o más metales pesados ​​tóxicos.

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Un problema preocupante

En específico, probaron 168 alimentos para bebés de los principales fabricantes estadounidenses y encontraron que el 95% contenía plomo, el 73% contenía arsénico, el 75% contenía cadmio y el 32% contenía mercurio. Una cuarta parte los contenía todos. Adicionalmente, 1 de cada 5 de las comidas que probaron tenían 10 veces el límite de plomo que los expertos en salud aprueban.

Esta no es la primera vez que una investigación encuentra contenido tóxico en comidas para bebés. Otro estudio determinó que 33 de 39 comidas para bebés contenían uno o más de los mismos elementos tóxicos. Aquí, las comidas con el mayor riesgo de contener neurotoxinas fueron los productos hechos a base de arroz, las patatas dulces y los jugos de frutas.

En agosto de 2018, un informe publicado por Consumer Reports encontró estos mismos metales en los alimentos para bebés etiquetados como "orgánicos".

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¿Por qué contienen metales tóxicos?

Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), los metales no se pueden eliminar por completo de los alimentos porque se encuentran en el aire, el agua y el suelo y luego son absorbidos por las plantas a medida que crecen.

La FDA monitorea estos niveles para tratar de reducir el riesgo, especialmente para bebés y niños, para quienes puede ser más dañino.

Según indicaron en el comunicado de prensa del estudio más reciente, estas toxinas pueden afectar el crecimiento del cerebro de los bebés, reducir el coeficiente intelectual y aumentar las posibilidades sufrir de cáncer, así como los déficits de inteligencia de por vida.

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¿Qué pueden hacer los padres?

El cereal es a menudo el primer alimento sólido de un bebé porque es fácil de tragar y viene fortificado con hierro. Pero el estudio de Consumer Reports advierte sobre los niveles de arsénico inorgánico en el producto. Considera elegir avena o cereal multigrano en su lugar.

Según indican las investigaciones, el arroz integral presenta más arsénico inorgánico que el arroz blanco. Los pasteles de arroz, los cereales y las pastas también son ricos en arsénico inorgánico. Una mejor opción es el arroz basmati blanco de California, India y Pakistán.

Las manzanas, la compota de manzana sin azúcar, los aguacates, los plátanos, los frijoles, el queso, las uvas, los huevos duros, los duraznos, las fresas y el yogur son bocadillos con bajo contenido de metales pesados.

Pruebas anteriores encontraron arsénico inorgánico y plomo en muchas marcas de jugos de manzana y uva.

El cacao en polvo puede contener cadmio o plomo. El cacao en sí puede tener más que el chocolate negro, y el chocolate negro puede tener más que el chocolate con leche.

Pueden contener arsénico, cadmio y plomo, según las pruebas de Consumer Reports. Los polvos a base de suero y huevo tienden a tener menos que los que están hechos a base de plantas, como la soja y el cáñamo.

Fuente:

USA Today

CNN

CBS News