La mayor parte de las personas, por no decir todas, lloran cuando cortan cebolla. Aunque no lo parezca, esto tiene una sencilla explicación científica.

La cebolla encierra ácidos en sus fluidos internos. Cuando esos ácidos quedan libres, buscan nuevos líquidos en los que alojarse. El líquido más cercano suelen ser los ojos.

Aquí tienes algunos trucos fáciles para aplicar, con los que evitarás las molestas sensaciones de ardor y lagrimeo, y podrás cortar las cebollas sin problemas.