Normalmente, escuchamos hablar de metabolismos que son “lentos” y de otros que son “rápidos” y privilegiados. Pero, ¿sabemos realmente a qué nos referimos?

El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas a través de las cuales obtenemos energía de los alimentos que comemos a diario para mantener el funcionamiento de todo nuestro cuerpo. La tasa metabólica, por su parte, es la velocidad en que el organismo utiliza toda esa energía disponible, es decir, la velocidad en que quema calorías. En esto incide la edad (ya que, con el paso del tiempo, el metabolismo se vuelve naturalmente más lento), el género biológico (el cuerpo femenino tiene más grasa y menos musculatura que el masculino), la herencia genética y el estilo de vida.

Un metabolismo lento hará que la grasa del cuerpo se almacene de manera más elevada que la normal, generando la posibilidad de tener sobrepeso u obesidad. Por el contrario, cuánto mayor proporción de músculo tengamos en relación a la grasa corporal, el metabolismo será más rápido y quemará más calorías.

¿Por qué tenemos un metabolismo lento?

- Enfermedades tiroideas: el Hipotiroidismo es una de las causas más comunes de un metabolismo más lento, ya que la glándula tiroides produce hormonas que regulan este proceso y el gasto calórico en general. Puedes aprender cómo detectar si tu tiroides está funcionando mal para actuar a tiempo. 

- Intolerancia a ciertos alimentos: algunas alergias o intolerancias a ciertos alimentos pueden generar una mala digestión y hacer más lento el metabolismo.

- Sedentarismo.

- Beber poca cantidad de agua.

- Desnutrición hepática: es generada por falta de proteína. Puede suceder en casos de dietas veganas o vegetarianas deficientes.

- Estrés y falta de sueño: en solo una noche de sueño perdida, el metabolismo se vuelve más lento a la mañana siguiente. 

Consejos para modificar el metabolismo lento

- Para aumentar el metabolismo, lo más adecuado es manerte activo para no perder masa muscular, combinando ejercicios aeróbicos con otros de tonificación. Procura dedicarle a esto, al menos, 30 minutos diarios.

- Hidrátate bien. El cuerpo necesita agua para quemar calorías. 

- Mantén una dieta más equilibrada y come varias porciones pequeñas al día. Muchas personas suelen pensar que si no comen, bajarán de peso, pero funciona al revés: el cuerpo se adapta a esa situación volviendo más lento el metabolismo, es decir, necesitando menos energía y conservando calorías para sobrevivir. Esto genera que acumule más grasa y pierda músculo, provocando el efecto contrario del que se buscaba.

- Algunos alimentos como los cítricos pueden ayudarte a acelerar el metabolismo.

- El té verde y el café, tomados con moderación, aceleran la tasa metabólica.

- Desayuna bien, es la comida más importante del día y te ayudará a no tener hambre excesiva el resto del día. 

Si bien es cierto que los genes, el género y la edad influyen en la tasa metabólica, puedes influir sobre ella. ¡Ponte en movimiento! Caminar, andar en bicicleta, bailar o pasear a tu mascota, no solo te harán quemar calorías, sino que te harán sentir más alegre y feliz. 

Importante: Debe aclararse que La Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, La Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.