Por la Dra. Abril D. Preatoni (@dumitie)*

¿Te preguntaste para qué es un masaje? Sí, es para contracturas, drenaje de toxinas, de líquidos, y rehabilitación de lesiones, pero también es para el confort, para el registro del cuerpo y para darse un abrazo al alma, suavidad y amor.

Un masaje es todo eso, y más también, tanto para quien lo recibe como para quien lo da. Aun siendo un automasaje existen ambos actores, porque uno experimenta la sensación del masaje en el cuerpo y también la sensación de ejercerlo.

Aquí te comparto una receta para que prepares tu propio aceite aromatizado naturalmente y te des un mimo al alma.

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Fuente: Shutterstock

El aceite

Se puede usar el de germen de trigo como vehicular, ya que es muy nutritivo, rápidamente se calienta al frotarlo entre las manos y se absorbe con facilidad. También puedes utilizar otro aceite, si así lo deseas, como el de Jojoba si tu piel es muy oleosa.

El aceite vehicular se genera por prensado en frío, prácticamente carece de aroma y, tal como lo dice su nombre, vehiculizará al aceite esencial. Nunca está de más recordar que los aceites esenciales puros pueden activar alergias o irritar la piel porque son muy concentrados.

Para aromatizar, puedes usar un aceite puro cítrico: el neroli, la mandarina, el naranjo dulce o una mezcla de ellos. Esto te dará algo alegre, dulce e infantil.

Vas a necesitar un recipiente, preferiblemente de vidrio o cerámica. Lo mejor es que sea de color, u oscuro. Así se conservará mejor tu aceite. Es necesario que tenga tapa, porque las esencias naturales tienden a evaporarse. Si consigues uno que tenga gotero, válvula cremera o atomizador, mucho mejor, así podrás aplicar el producto de manera más prolija a medida que practicas el masaje.

En resumen:

Ingredientes

- Recipiente

- Aceite puro de Germen de Trigo

- Aceite esencial (neroli, mandarina o naranjo dulce, o la combinación deseada).

Dilución

- Para 100 ml de base aplicar 60 gotas

- Para 1 cda sopera, aplicar 6 gotas

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Técnica

¡Déjate llevar! Eso es lo mejor para disfrutar del masaje relajante.

Si no sabes por dónde empezar, lo mejor es elegir un orden. Por ejemplo, puedes arrancar por los pies. En huesos largos, masajea a lo largo, en articulaciones, en redondo. Intenta seguir el camino del drenaje. Por ejemplo, en la pantorrilla, hacia el huequito que tenemos detrás de la rodilla; en el muslo, hacia la ingle; en la panza, en redondo y de derecha a izquierda en el sentido de las agujas del reloj.

Luego, sigue la línea de las clavículas hacia la articulación del hombro. Detente ahí y haz movimientos circulares, como en las articulaciones. Luego, masajea tus brazos a lo largo y detente en el codo para terminar en las manos.

A continuación, sigue por el cuello. Aquí lo único importante es que los movimientos se hagan con amor y conciencia, con suavidad. Pronto vas a comenzar a disfrutar de los aromas cítricos en nariz.

Masajea bien los lóbulos de las orejas y recuerda que, cuando la circulación sanguínea se activa, los aromas se evaporan con más facilidad. Si luego del masaje te vas a bañar, aprovecha y sigue con el cuero cabelludo. De paso, los aceites te servirán para hacer un baño nutritivo capilar.

¿Listo para darte un bello masaje relajante?

* Abril D. Preatoni es médica, estudiosa de la fitomedicina y desarrollista de Dumitié Cosmética, un emprendimiento que crea pequeños tesoros con extractos de plantas, semillas y frutos.

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