Usualmente tenemos la errónea idea de que nos conocemos demasiado bien a nosotros mismos. Después de todo, ¿Quién va a conocerme mejor que yo mismo?

Sin embargo, no siempre nos tomamos el tiempo de mirar hacia nuestro interior y hacernos preguntas importantes. Muchas veces es más fácil seguir adelante, continuar caminando sin rumbo sobre la rueda como un ratón, que pararnos a pensar en lo que realmente somos y queremos.

Eso en gran medida es lo que produce tanta tristeza y desolación en nuestra vida. Después de todo, si tuviéramos las cosas tan claras… ¡Los psicólogos no tendrían trabajo!

Por eso, hacer el ejercicio de intentar conocerte a ti mismo puede ayudarte mucho. Especialmente en épocas de balance, como el fin de año o el momento de encarar nuevos proyectos.

Por supuesto que responder estas preguntas no reemplaza una consulta con un psicólogo, ni te dará la respuesta a todos los problemas. Pero sí pueden ayudarte a reflexionar sobre quién eres y cuáles son tus deseos más íntimos, sobre el lugar donde estás parado, sobre tus valores y prioridades.

¿Te animas a intentarlo?

Si tienes ganas y tiempo, coge papel y lápiz y escribe tus respuestas. Sino, al menos tómate unos segundos para reflexionar sobre ellas.

¡Disfruta el viaje!

Si te has sentido conmovido al responder estas preguntas, compártelas con las personas que más quieres.

Fuentes:

Conocerme Más