Los intentos por superar la pobreza extrema continúan y en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se promete no dejar a nadie atrás y se aspira a erradicar la pobreza para ese año. Sin embargo, los países latinoamericanos continúan encabezando la lista de los más pobres.
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El 17 de octubre se conmemora el día para la Erradicación de la Pobreza, pero para que sirva de algo es necesario que los gobiernos actúen rápidamente y traduzcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en políticas eficaces respaldadas con recursos adecuados; así lo explica Irina Bokova, Directora General de la UNESCO.
Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
La conmemoración de este día se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día, más de cien mil personas se congregaron en la plaza del Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre.
Los allí reunidos proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar su respeto. Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se descubrió aquel día y de la que se han hecho replicas en otras partes del mundo, incluida una ubicada en el jardín de la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Datos recientes
Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, a escala mundial, más de 800 millones de personas aún viven con menos de US$1,25 al día y muchos carecen de acceso a alimentos, agua potable y saneamiento adecuados.
Según la Cepal, para el año 2014, los países de Latinoamérica con mayor pobreza eran:
- Honduras: 69.2%
- Nicaragua: 58.3%
- Guatemala: 54.8%
- Paraguay: 49.6%
¿Qué hacer?
El Banco Mundial sostiene que estos son los pilares más importantes para conseguir la erradicación de la pobreza:
- Desarrollo y nutrición en la primera infancia: Ayudaría a a los niños durante los primeros 1000 días de vida a superar las deficiencias nutricionales.
- Cobertura universal de salud: Esto reduce la desigualdad y al mismo tiempo aumenta la capacidad de las personas para aprender, trabajar y progresar.
- Acceso universal a educación de calidad: Es necesario poner énfasis en garantizar que todos los niños, en todas partes, reciban una educación de calidad.
- Transferencias monetarias a familias pobres: Se ha comprobado que estas reducen considerablemente la pobreza y crean oportunidades tanto para los padres como para los niños.
- Infraestructura rural, en particular caminos y electrificación: Reduce los costos del transporte, conecta a los agricultores rurales con los mercados donde venden sus productos, permite que los trabajadores se trasladen con más libertad y promueve el acceso a las escuelas y los centros sanitarios.
- Tributación progresiva: Se pueden diseñar sistemas tributarios que permitan reducir la desigualdad y al mismo tiempo mantener los costos de eficiencia en un nivel bajo