Te comentamos por qué jamás deberías guardar los huevos en la puerta de la nevera. Y uno de estos motivos se debe a que este lugar del frigorífico es uno de los que más tiene cambios de temperatura.

Una pregunta bastante común es dónde guardar los huevos en la nevera, y puede que la respuesta sea un poco evidente. Puesto que es en la puerta donde se encuentra la bandeja con huevera, que indica que debe ser allí donde se tienen que almacenar. Sin embargo, esto es un error común.

¿Por qué no se debe almacenar los huevos en la puerta de la nevera?

Como bien se sabe, los huevos son un alimento muy saludable y al mismo tiempo versátil, pero son excesivamente delicados. Puesto que se debe tener bastante cuidado al momento de su conservación y al manipularlos, para evitar una posible contaminación.

Es evidente que hoy en día todos sabemos que los huevos tienen que ir dentro de la nevera, pero colocarlos dentro de una huevera en la puerta no es una agradable opción. Esto es algo que supone un riesgo de seguridad alimentaria, debido a la contaminación por minúsculos microorganismos.

Al abrir y cerrar la nevera varias veces en el día, la puerta es el área que más variación térmica posee. Esto provoca una proliferación de bacterias que generan contaminación en los huevos durante su conservación. Diversos estudios científicos han podido comprobar que los cambios bruscos en la temperatura que sufren los huevos, cuando son colocados en la puerta de la nevera, acelera significativamente su descomposición.

El sitio ideal para la conserva apropiada de los huevos, es en el estante superior, dentro de su propio envase. Algo como esto se debe a que, en una zona como esta el frío es moderado. Una vez que han sido comprados, tienen que refrigerarse inmediatamente al llegar a casa. Nunca se deben lavar los huevos. Una acción como esta destruye la membrana protectora que posee la cáscara. Se tienen que lavar al momento de ser consumidos.

Consejos por parte de la OCU

La Organización de consumidores y Usuarios, ha señalado que los huevos se encuentran entre los alimentos más vulnerables a ser contaminado con Salmonella, sobre todo en los meses de verano. Los huevos son ricos en proteínas y vitaminas, que se utilizan en una amplia variedad de preparaciones gastronómicas. Por lo que necesitan de ciertos cuidados, tanto al momento de comprarlos como al llegar a casa y su manipulación.

Hay que resaltar que los huevos pierden su frescura con mucha rapidez, sobre todo si la temperatura del refrigerador no es la más apropiada. No obstante, a pesar de esto, se pueden consumir hasta 28 días después. De la misma forma que sucede con el resto de los alimentos, tiene que respetarse la fecha de consumo que está impresa en la cáscara de los huevos y en el envase.

Cuando vayan a ser usados, por ejemplo, para la elaboración de una tortilla, nunca se debe separar la clara de las yemas utilizando la propia cáscara. Tampoco se tienen que cascar los huecos con el mismo recipiente en el que serán batidos o se vayan a consumir.

Las tortillas tienen que quedar cuajadas en todo momento. En dado caso de que no vayan a ser consumidas de inmediato, se aconseja mantenerlas dentro de la nevera, y ser consumidas en menos de 24 horas.

¿Cómo se deben conservar los huevos frescos?

Una de las preguntas más frecuentes que existen con respecto a la conservación de los huevos es si se deben colocar en el frigorífico o a temperatura ambiente. Puesto que como se ha mencionado, la gran mayoría de las personas, después de haber comprado los huevos, de forma inmediata los colocan dentro de la nevera. Pero aparece la duda acerca del por qué deben guardarse en ese lugar, ya que en los supermercados están a temperatura ambiente.

Para saber cómo se deben conservar los huevos apropiadamente, lo principal que se debe tener presente es que deben ser consumidos antes de los 28 días. Los cuales inician su conteo después de haber sido puestos por la gallina. Aparte de esto, hay que tener claro que los tiempos de conservación a temperatura ambiente y en la nevera no son los mismos. Su durabilidad se verá afectada dependiendo del sitio.

Tiempo de conservación a temperatura ambiente

Se trata de un tipo de conservación por el que la mayoría suele optar. Resulta ser bastante apropiado cuando los huevos serán consumidos pronto. Esto es debido a que la conservación de los huevos que provienen de una gallina campesina a temperatura ambiente, suele ser de 10 días.

Ahora, la pregunta habitual es por qué se colocan a temperatura ambiente en los supermercados. Y el objetivo en este caso es que los huevos no tengan que sufrir cambios drásticos en su temperatura. Si algo como esto llega a suceder, los huevos se pueden contaminar con mucha facilidad y provocar intoxicaciones. Entonces, es mucho mejor esperar que los consumidores los adquieran y los almacenen dentro de la nevera.

Tiempo de conservación en la nevera

Otra manera de conservar los huevos es dentro de la nevera. Lo aconsejable es que se encuentren a una temperatura de entre 2 y 5 °C para una correcta conservación. Pese a que pueden durar más tiempo que estando a temperatura ambiente. Es mucho mejor consumirlos en menos de 15 días. Solo hay que tener en cuenta el lugar apropiado dentro de la nevera dónde deben ser colocados, que ya se ha mencionado con anterioridad.

¿Cómo manipular los huevos adecuadamente?

Los huevos y también sus derivados, son los principales alimentos que tienen más vulnerabilidad a ser afectados por la salmonelosis. Dicha afección se suele producir entre las 24 y 48 horas después de haber consumido el alimento contaminado. Dónde los síntomas que se presentan son el dolor abdominal, diarrea, náuseas, fiebre, dolor de cabeza y vómitos.

Hay países que prohíben a las granjas comerciales utilizar antibióticos preventivos contra la salmonella en aves. Por lo que la medida preventiva más eficiente es la vacunación. Además de esto, se tienen que cumplir planes rigurosos de prácticas apropiadas de higiene en las granjas comerciales, para poder garantizar la seguridad alimentaria.

De igual forma, pueden existir ciertos fallos, ya que la vacunación no elimina del todo la contaminación por salmonella. Es por esta razón que los huevos tienen que manipularse apropiadamente y así evitar intoxicaciones por alimentos. Las medidas más importantes que se deben tener presente son las siguientes:

Medidas para manipular los huevos

- No comprar huevos que no estén etiquetados adecuadamente y sin fecha de descomposición.

- Evitar someter los huevos a cambios bruscos de temperatura. Como se ha mencionado, son alimentos sensibles. Puede producirse condensaciones de agua en la superficie de la cáscara y esto facilita la entrada de microorganismos hacia el interior del huevo.

- Por ningún motivo se debe almacenar los huevos en la puerta de la nevera. Debido a que es la zona que está sometida a cambios bruscos de temperatura. Siendo conveniente colocar los huevos en los estantes con temperatura moderada y dentro de su envase.

- Procurar no mantenerlos a temperatura ambiente durante el verano o más de dos horas luego de haber sido comprados. Un huevo que ha sido contaminado con salmonella puede aumentar su cantidad de bacterias de manera exponencial en un corto tiempo estando a temperatura ambiente. Siendo necesario colocarlos dentro de la nevera lo más pronto posible.

- Los huevos no se deben lavar antes de ser almacenados. Cuando son lavados se elimina la cutícula, que es la parte externa del huevo, que se encarga de sellar los poros de la cáscara. Impidiendo que ingresen microorganismos en su interior. Y el agua del lavado podría actuar como un vehículo para que dichos microorganismos ingresen a través de los poros, contaminando los huevos.

- Solo se debe lavar los huevos una vez que vayan a ser consumidos.

- No cascar los huevos en el mismo recipiente dónde se van a batir, ya que los trozos pueden caer y contaminar toda la preparación.

- Lavar correctamente todos los utensilios y superficies de cocina que hayan sido usados, después de haber trabajado con los huevos crudos.

- La cáscara no se debe utilizar, ni tampoco las manos para separar la yema de la clara.

- Lavarse adecuadamente las manos luego de haber manipulado los huevos crudos.

- Evitar el consumo de los huevos una vez que haya pasado la fecha de consumo, ni aquellos que posean la cáscara rota.

- Aquellos alimentos que han sido elaborados con huevo que no se quieran consumir al momento, tienen que refrigerarse y ser consumidos antes de 24 horas.

- Es preferible cocinar los huevos hasta que cuajen completamente. Esto es algo obligatorio en cualquier establecimiento.

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