Si tienes el placer de compartir tu vida con un perro, seguramente ames a ese animal tanto como a un miembro de tu familia. Y aunque los canes son bastante demostrativos de su afecto, puede que a veces te preguntes: ¿realmente me quiere tanto como yo a él?

El neurocientífico Gregory Berns se hizo la misma pregunta mientras observaba a su amada perra adoptada, Callie. Sentía cómo ella le demostraba amor pero, como todo buen científico, quería pruebas.

Entonces, tomó la decisión de ponerse a investigar el tema en profundidad. ¡Los resultados son asombrosos!

Lo principal para Berns era estudiar el cerebro de su mascota para entender cómo reaccionaba ante diferentes estímulos. Pero para ello, necesitaba que su perra se sometiera a una resonancia magnética, algo bastante complicado. Sobre todo porque el neurocientífico no quería bajo ningún punto de vista sedar o medicar de alguna manera a su mascota.

Así que durante mucho tiempo entrenó a la perra para que pudiera quedarse quieta dentro del resonador, a la vez que construía un aparato especialmente diseñado para trabajar con canes.

De este modo, el estudio de Berns no sólo ha servido para conocer mejor el cerebro canino, sino que ha abierto un mundo de posibilidades en su estudio.

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Los perros nos consideran su familia

Al analizar el comportamiento de su perra, descubrió que las zonas del cerebro que se activan cuando un can es expuesto al olor de su dueño son similares a las que se observan en enamorados. Es decir, que cuando tu perro te huele siente una felicidad similar a la que sientes tú cuando ves acercarse a la persona que amas.

Pero todavía hay más: también quedó demostrado que los perros tienen oxitocina, igual que los humanos. Esta es la hormona que, además del amor, activa sentimientos como la empatía y el apego. En los canes cuando están con su dueño o sienten su presencia.

Conclusión

Para concluir, podemos decir que los descubrimientos de Berns sugieren que los perros tienen la capacidad de empatizar con los seres humanos, y que ellos nos sienten como sus verdaderos compañeros. Igual que nosotros a ellos.

Quedará por investigar mucho más sobre la psicología canina, y la neurociencia hará lo suyo.

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¡Corre a abrazar a tu adorada mascota! ¡Seguro se pondrá feliz!

Fuentes:

Pijama Surf

Mis Animales

Si mi perro hablara