Expertos en psicología estiman que alrededor del 10% al 20% de las personas que forman parte de una relación de pareja le están siendo infieles a sus compañeros. Pero también reconocen que por el miedo a ser descubiertos que sienten la mayoría de los infieles y el estigma social que implica la infidelidad, hay muchos más infieles de lo que las estadísticas indican.

Pero, ¿por qué sucede esto? Existen muchas razones por las que los infieles engañan a sus parejas, que dan para su propio artículo, pero algo aun más confuso que las razones por las que lo hacen son las razones por las que se mantienen en una relación que ellos saben que están violentando al ser infieles.

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Hemos sido testigos de algunas situaciones que nos parecen ilógicas, por ejemplo aquellas personas que son infieles seriales y que prefieren mantenerse en pareja.

Hoy queremos enfocarnos sobre ese tema y arrojar una luz sobre por qué sucede esto.

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Tiene todo lo que necesita

Incluso teniendo todo lo que necesita en su pareja (comprensión, cariño, fidelidad, etc.), la razón para ser infiel se encuentra muy dentro del infiel, es algo emocional que no tiene cabida para la razón.

Sin embargo, a medida que la aventura se desarrolla y el infiel se acerca más a su "otra pareja", se percata de que con esta nueva persona no tiene mucho de lo que aprecia con su pareja a largo plazo: comida, momentos de alcoba, hijos, techo y otras cosas más que considera que no se pueden dejar escapar tan fácilmente. Adicionalmente, puede tener obligaciones (familiar enfermo, etc.) que no puede destender tan fácilmente, y mantenerse con su pareja le permite cumplirlas con menos conflictos.

Es sin duda manipulador, pero es una de las razones por las que se quedan, incluso si no lo admiten a sí mismos.

Autoexploración y la emoción por el peligro

Algunos psicólogos creen que la infidelidad es una manera de explorarse a sí mismos, de acceder a una parte desconocida (o perdida desde hace un tiempo) de su identidad. De esta manera, los que comete la infidelidad estarán en una especie de viaje de autodescubrimiento. La forma en la que se exploran a sí mismos no es para nada admirable, pero es real para ellos.

Relacionado con este punto está la sensación de riesgo y peligro que implica llevar una aventura en paralelo. Algunos dicen sentirse como adolescentes otra vez, escabulliéndose con su amante para evitar ser descubiertos. Al respecto, el sexólogo y terapeuta Jack Morin estableció la ecuación Atracción + Obstáculos = Excitación.

Las personas se sienten naturalmente atraídas por lo que se les prohíbe, y así como muchos niños y adolescentes constantemente presionan los límites de sus padres para ver qué tanto pueden hacer y "salirse con la suya", los adultos pueden encontrar una infidelidad igualmente emocionante.

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Las complicaciones del divorcio

Dejando de lado los aspectos moral, personal y de remordimientos por sus acciones, también existe el plano jurídico, que es igual de importante. frente a la posibilidad de una separación. Este plano trae problemas como los del reparto de los hijos, desgaste emocional y económico, por esta razón algunos infieles prefieren quedarse en la comodidad del matrimonio y evitar pasar por todo esto.

Algunos podrían considerar esto coabrde, y puede que tengan razón, pero es una razón válida para las personas que han cruzado el límite de la infidelidad.

Fuente:

Psychology Today

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