El SIETE, como todos los eneatipos, percibe el mundo y el eneagrama desde su perspectiva particular. El SIETE se conectará con sus alas (SEIS y OCHO), con sus brazos (UNO y CINCO), con sus consonantes (DOS y TRES) y, por último con sus Puntos Ciegos (CUATRO y NUEVE).

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Los vínculos alas

Cada persona desarrolla atributos y características de una o de ambas tipologías contiguas a la suya. Estas son denominadas Alas. El ala sirve para equilibrar la tendencia de fondo del eneatipo. Habitualmente una de las alas se desarrolla en la primera mitad de la vida. Una de las misiones en la segunda mitad de la vida consiste en orientarse hacia la otra. Esto muchas veces acontece espontáneamente, aún en personas que desconocen el eneagrama.

Las alas del SIETE son: el SEIS y el OCHO

¿Cómo es el SEIS y qué le trae al SIETE?

El SEIS es el “confiable”. Se caracteriza básicamente por la colaboración, orientada a promover la participación, la pertenencia y la tradición (familia, iglesia, equipo deportivo, partido político, donde las críticas al grupo son muchas veces vividas como dirigidas contra él mismo), la responsabilidad, el cumplimiento de los compromisos contraídos y la fidelidad, a las personas y al deber. Asimismo, duda sobre su rol en la vida. Es por ello que necesita saber las expectativas de las cuales es objeto y las normas de actuación. Si el SIETE tiene desarrollada el ala SEIS, se vuelve más fiel, responsable y aplicado. Aunque también puede volverse ansioso, inseguro y mostrarse a la defensiva. El SEIS le trae al SIETE la posibilidad de pasar de la febrilidad a la responsabilidad.

¿Cómo es el OCHO y qué le trae al SIETE?

El OCHO es el “líder”. Siente visceralmente el anhelo de justicia. Sin embargo, la definición de qué es justo y qué no lo es, tiende a ser subjetiva. Es capaz de luchar por las cosas en las que cree sin dejarse manipular porque lo guían las convicciones interiorizadas, como el valor de la justicia, que ocupa siempre el centro de su vida. Lo que lo hace líder no es su función, sino su modo de ser y de relacionarse. Transmite fuerza, decisión y realismo en lo que hace, generando un alto grado de confianza. Si el SIETE tiene desarrollada el ala OCHO, se vuelve más firme en el mando y más confiado. Aunque también puede volverse egocéntrico, agresivo y competitivo. El OCHO le trae al SIETE la posibilidad de pasar de la evasión a sostener.

Los vínculos brazos

Adicionalmente, cada eneatipo tiene un vínculo primario con dos eneatipos específicos: estos se denominan Brazos. Los brazos del SIETE son: el UNO y el CINCO. En un primer momento, el SIETE se siente identificado con los aspectos del UNO y, posteriormente, con los del CINCO.

¿Cómo es el UNO y qué le trae al SIETE?

El UNO es “el idealista”. Su energía se canaliza en el esfuerzo por mejorar la realidad, tanto dentro como fuera de sí mismo (para contribuir a crear un orden moral). Tiene cualidades de líder estimulando a los demás a superarse a sí mismo. Se distingue por ser ético, confiable, productivo, ordenado, idealista y auto-disciplinado. Valora la honradez y tiende a ser objetivo y equilibrado en sus juicios. Lo lleva a realizarse la siguiente pregunta ¿Me estoy manejando de manera correcta para lograr mis objetivos? El UNO le trae al SIETE la posibilidad de pasar de la desorganización al método.

¿Cómo es el CINCO y qué le trae al SIETE?

El CINCO es el “observador”.Observa la realidad para obtener de ella conocimiento y crecer. Es contemplativo, introvertido y solitario. Se distingue por la capacidad de análisis y síntesis: sabe catalogar conceptos, establecer conexiones entre ideas diferentes. Es objetivo, se cuestiona las causas e indaga la realidad en detalle. Posee óptimas capacidades críticas y de valoración. Su energía se expresa en la sistematicidad. El CINCO le trae al SIETE la capacidad de pasar del desorden a lo medular.

Los eneatipos consonantes

Cada eneatipo tiene dos eneatipos Consonantes, con los cuales constituye un eje. El SIETE y el TRES y constituyen el eje de la imagen. El TRES es el “exitoso”. Le resulta fácil llevar a cabo sus cometidos de manera efectiva y competente, proponerse objetivos y cumplirlos. El TRES le trae al SIETE la posibilidad de pasar de la dispersión al logro.

El SIETE y el DOS constituyen el eje de la comunicación, porque ambos se brindan a los otros. El DOS es “el que da”. La relación entendida como amor y/o amistad, es la dimensión más importante de su existencia. Sus dotes sociales y capacidad de entrega lo llevan a intuir las necesidades del prójimo. El DOS le trae al SIETE la posibilidad de pasar de la insensibilidad al cuidado de los afectos.

Los puntos ciegos

Como dijimos, cada eneatipo es Ciego a un Eje. Es importante identificarlo porque los eneatipos que lo constituyen, son aquellos con los cuales tiene menor vincularidad. El SIETE es ciego al eje de la interioridad, representado por el CUATRO y NUEVE el en cada extremo. En modos opuestos complementarios, el CUATRO y NUEVE le permitirán al SIETE sosegarse. El CUATRO es el “creativo”. Posee una gran riqueza emotiva, que lo lleva a una profunda necesidad de intimidad. El CUATRO le trae al SIETE la posibilidad de pasar de lo superficial a lo profundo. El NUEVE es el “pacificador”. Su capacidad de estar en soledad y en silencio le permite ser ecuánime, tranquilo y armónico. El NUEVE le trae al SIETE la posibilidad de pasar de la febrilidad al equilibrio.

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