Si tienes una mascota, seguro le has hablado como si fuera un bebé al menos alguna vez. Esta forma de comunicarse se denomina “lenguaje infantilizado” y la ciencia se ha encargado de averiguar qué sienten los animales cuando sus dueños se dirigen a ellos de esa manera.

Cuando hablan con un bebé, los adultos usan un registro especial del habla caracterizado por un tono elevado, contornos de entonación exagerados y un efecto alto.

De la misma manera que se utiliza este lenguaje infantilizado al hablar con los bebés, los humanos en las culturas occidentales también producen un registro especial del habla cuando se comunican con sus mascotas. ¿Tiene esto algún efecto sobre ellas?

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El estudio

Una investigación publicada en la revista especializada Animal Cognition, realizó un experimento con 37 perros y sus dueños en la ciudad de York, Reino Unido.

El estudio estuvo liderado por la Dra. Katie Slocombe de la Universidad de York.

Resultados

En general, los resultados de este estudio sugieren que el DDS naturalista (lenguaje infantilizado usado por los humanos al dirigirse a los perros), que comprende tanto la prosodia como las palabras de contenido relevantes para el perro, mejora la atención de los perros y puede fortalecer el vínculo de afiliación entre los humanos y sus mascotas.

Algunas investigaciones previas indican que esto podría ocurrir porque este lenguaje es utlizado con el perro desde que es cachorro, así que de alguna manera ha sido entrenado para prestar atención a este lenguaje.

De acuerdo con los expertos, los resultados no revelaron ningún efecto significativo del tipo de voz o el contenido, lo que sugiere que tal vez sea la combinación de las propiedades acústicas y el contenido de habla dirigida por perros relacionado con el can lo que modula la preferencia mostrada para el DDS naturalista.

Y tú, ¿le hablas a tu mascota como si fuera un bebé? ¿Crees que le gusta?

Fuentes:

Animal Cognition