A casi todos nos pasó alguna vez que nos fuimos de algún lugar o salimos de visitar a una persona y sentimos como si hubiésemos corrido una maratón: cansancio, dolor de cabeza y ganas de dormir.

Detrás de esto no hay nada mágico: somos y estamos rodeados de energía. Algunas son más intensas y otras más sutiles. Del mismo modo, algunas están más equilibradas y otras no lo están en absoluto.

Además, hay personas que son más perceptivas que otras o se encuentran en un momento de energía más baja, entonces la del otro puede afectarlos más que de costumbre.

Hasta aquí todo es parte de un fluir que se produce de forma constante. La energía se transforma de forma permanente y se mueve en ambas direcciones. A veces recibimos más, otras damos más. Pero hay personas que solo conocen una dirección de la energía: la que va hacia ellos mismos. Son los ladrones de energía.

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Los ladrones de energía son aquellas personas que, por su propia imposibilidad para energizarse y obtener positividad haciendo lo que les gusta o motiva, la "toman" o absorben de otros. Claro que esto, en la mayor parte de los casos, no es algo que sea hecho de forma consciente o malintencionada, pero como tú eres esa energía es preciso que aprendas a salvaguardarte si alguien no quiere que le compartas tu buena onda, sino que directamente quiere se la entregues.

¿Cómo darte cuenta? Lee las siguiente señales y estate atento para identificar a los ladrones de energía a tu alrededor.

Víctimas

Una cosa es que alguien pase por un mal momento y necesite de ti, y otra muy distinta es que constantemente te esté hablando solo de sus "tragedias", problemas y preocupaciones. Son esas personas que creen que "el mundo está en su contra" y que siempre las más perjudicadas son ellas cuando cualquiera que las ve desde afuera podría argumentar lo contrario.

Casi nunca te preguntan cómo estás tú ni te escuchan si hablas de tus cosas, solo les interesa que las consueles, porque esa es su lógica de relación.

Quienes son así, no registran que lo son aunque intentes decírselos ni pretenden modificar su rol por uno más activo y empoderado. Se alimentan de tu energía, pero no permiten que fluya en ambas direcciones.

Irónicos

Hay personas que cuando están bajas de energía, de mal humor o han tenido un mal día se divierten a costa de otros. ¿Y qué hacen? Pues los burlan, usan la ironía o el sarcasmo y cuando ven que el otro se molesta o defiende, se ríen. Esa es su mecánica para obtener energía de los demás y no es nada sano ni agradable. Quien sea así no merece para nada contar contigo a su alrededor.

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Envidiosos

Que alguien a tu alrededor pueda reconocer en ti cualidades positivas o que le gustaría tomar para sí es algo bueno, pero cuando el comportamiento es envidioso siempre querrá, por el contrario, verte peor. Esto es así porque una vez que tú bajas de energía esa persona deja de percibirte como una amenaza para su ego.

Mantente alejada de quienes sean así contigo, ya que tu felicidad será inversamente proporcional a la tuya.

Interesados

Hay personas que pueden estar a tu alrededor simplemente porque tienes algo (a nivel material o simbólico) que les interesa. Incluso, puede tratarse de que simplemente están solos y necesitan alguien con quien pasar el tiempo, pero en verdad da lo mismo que seas tú o cualquiera. Estas personas solo piensan en sí mismas y cuando, desde su óptica, tú o tu energía ya no les sean útiles, fácilmente irán por otro.

Conflictivos

Son personas que siempre parecieran estar a punto de ponerse los guantes para salir al ring de pelea. Cada comentario o frase puede ser tomado personal como una crítica y originar una discusión que nos quite tiempo y energía sin sentido.

Recuerda: en muchos casos, estas personas no lo hacen a propósito. Todos tenemos lógicas de relacionarnos que aprendimos que eran así. También tenemos heridas que nos motivan a reaccionar de tal o cual forma. Pero eso no justifica nunca tratar a alguien mal o querer ver mal a alguien que queremos, ni siquiera inconscientemente.

Cada cual tiene que trabajar sus propios conflictos, sanar su pasado y reinventarse para dar lo mejor de sí para sí mismo y para quienes los rodean. De manera que tú no puedes hacerte cargo de ello; pero sí es necesario que cuides tu energía tan valiosa y potente como has sabido crearla.

Como decía Dalai Lama: “Deja ir a personas que solo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas, miedo y juicio de los demás. Si alguien busca un cubo para echar su basura, procura que no sea en tu mente”.

¿Que te parecen estas señales para identificar a los ladrones de energía? ¡Cuéntanos!

Fuentes:

La mente es maravillosa