Se trata de un proyecto en el cual se utilizan drones. La misión de estos aparatos es hacer llegar libros a jóvenes y niños durante la cuarentena. Se espera que se logren enviar muchos textos a la población joven en plena pandemia. ¡La lectura es indispensable en la juventud!

¿Es esto posible? Sin duda, es una opción viable. Ya se están haciendo ajustes y cuadrando la logística al respecto. Posiblemente, sea una nueva manera de estimular la lectura entre la población juvenil en medio de la emergencia por el coronavirus.

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Una manera de hacer entregas que ya ha sido puesta en prueba

Emplear drones para distribuir paquetes y pedidos no es algo novedoso. Ya en 2013, la empresa Amazon empezó a valerse de esta estrategia. Igualmente, una empresa que entrega pizzas a domicilio en Estados Unidos, Australia y Finlandia.

Lo cierto es que es ahora se pretende entregar conocimientos. ¡Y los libros son perfectos para ello! Tienen el peso y el tamaño ideal para ser entregados con drones. Además, es un material resistente: no se dañan tan fácilmente ya que son objetos bastante densos y resistentes.

Estos aparatos voladores están demostrando versatilidad

Previamente, se han usado drones para repoblar regiones de Asia con árboles. La idea es arrojar semillas desde las alturas en zonas sin vegetación. Igualmente, existe un hermoso proyecto de drones ambulancia que llevan medicinas y alimentos a personas atrapadas bajo escombros. Asimismo, a quienes han tenido un accidente en lugares remotos.

Inicialmente, estos equipos se usaban solo para captar imágenes y videos. No obstante, han demostrado ser de enorme utilidad para otras labores.

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La biblioteca Kelly Passek de Virginia es la institución que lanza esta iniciativa

Se trata de una biblioteca muy visitada por gente todos niveles: niños, secundaria y universitarios. Sin embargo, la intención es iniciar con la población de menor edad.

Para lograr este objetivo, se pone el catálogo de la biblioteca en la web. Luego, las personas hacen el pedido y se les hace llegar por medio de estos aparatos voladores. Una vez que haya acabado el periodo de préstamo, entonces el drone pasa buscando de nuevo el libro.

No hay que olvidar que, en estas fechas, los niños están mucho rato frente al Internet. Ha sido una manera de sobrellevar los meses de clausura. Sin embargo, no hay nada más saludable que una buena lectura; sin tener los ojos fijos en una pantalla, celular o Tablet.

¿Tendrá éxito esta propuesta de la biblioteca Kelly Passek? Sin duda que será algo excelente. En poco tiempo, podremos disfrutar de una imagen poética: los cielos del mundo cruzados por libros voladores gracias a la tecnología del drone.

Fuente:

Nation.com