El video sevolvió viral. Una mujer corre por unade las calles de Okunoshima con una bolsa de comida para conejos mientras decenas de conejos la persiguen. Su risadice lo que todo están pensando, esa debe ser una de las experiencias mástiernas y divertidas de su vida. Aunque muchos temerían acercarse a un conejopor miedo a que los muerda, los que viven en esta isla japonesa saben quemientras más adorables sean ante las personas, mejor para ellos.

 Okunoshima, mejor conocida como Usaga Jima, que significa Isla de los conejos, está en la parte este del país. Se trata de una isla con un pasado oscuro, tanto que incluso fue borrada de los mapas por tratarse de un sitio inaccesible para los civiles.

Sin embargo nadie pensaría eso ahora que los turistas llegan todos los días para disfrutar del pequeño hotel, el campo de golf y sobre todo, corretear con los miles de conejos que habitan la isla.  

Antes de ser conocida como la isla de los conejos, Okunoshima fue una base militar en la que, en secreto, se prepararon miles de armas químicas, sobre todo gas venenoso.

Entre 1929 y hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, Japón produjo más de seis mil toneladas de gas venenoso, razón suficiente para que hoy exista un museo enfocado totalmente al siniestro trabajo que ahí se realizó en el pasado.  

Hay dos teorías sobre cómo la isla pasó de ser una fábrica de armas mortales a una adorable atracción turística.

La teoría de los conejillos de indias

Muchos creen que el programa de armas químicas usaba conejos como conejillos de india para probar las armas y que cuando el programa terminó, los conejos fueron liberados en la isla, por lo que los animales que hoy corren libres, tienen antepasados que sufrieron a manos del ser humano.  

La teoría de los niños traviesos

La otra teoría es mucho menos aterradora y se cree que a principios de los años setenta, un grupo de niños que fueron en una visita escolar a la isla liberaron ocho conejos que rápidamente se reprodujeron (como conejos) y a falta de depredadores naturales como los gatos o los perros (que están prohibidos en la isla) lograron ser miles en pocos años.  

Japón es el máximo representante de la cultura kawaii, que es referencia a todo lo “tierno” o “lindo”, por lo que si hay un país que merece tener una isla repleta de hermosos y bastante grandes conejos, es Japón con Okunoshima.