La mega-minería es una industria químico extractiva que genera graves impactos a todos los ecosistemas del mundo, contamina las reservas de agua dulce, afecta la salud de millones de personas y financia graves violaciones a los derechos humanos. Los proyectos mineros están altamente concentrados en pocas empresas globales que controlan el mercado mundial de minerales; tanto los que sirven a la industria como los que funcionan para la especulación financiera. Estas empresas son tan poderosas que corrompen gobiernos en detrimento de la democracia y el bienestar social.