Para muchas personas una infidelidad marca el fin de una relación. No hacen mal. Crecemos con la idea de que es la mayor traición y que no hay peor forma de destruir una relación. Sin embargo, muchos continúan aún después de una infidelidad, y es que en teoría es sencillo decidir, pero la realidad es mucho más compleja.

Cualquiera que haya estado en una relación duradera, con altas y bajas, sabe que las cosas no son color de rosa y que después de mucho tiempo los problemas pueden crecer hasta llegar a ese punto. No estamos justificando las infidelidades, simplemente mostrando qué es lo que ven quienes creen que hay vida después de ella.

Las cosas serán distintas

Las parejas son honestas y saben que algo se rompió, pero eso no es exactamente el fin. Sí, las cosas nunca serán iguales y por mucho tiempo una atmósfera de desconfianza y resentimiento reinará, pero si siguen adelante, pueden construir un nuevo futuro juntos.

Aceptan sus problemas

Si los dos fueron infieles, puede ser mucho mas sencillo hablar, pero sí sólo fue uno, es cuando las parejas hablan con precaución, explican qué pasó por la cabeza de cada uno y cómo es que tal vez ambos contribuyeron a que la chispa se perdiera. No es que una persona inocente sea culpable de la infidelidad, eso es obvio, pero si quieren seguir adelante, es importante no dejar que los consuma y ambos pueden ayudar en eso.

Saben que la infidelidad rompió la confianza

Muchas veces la confianza no se restaura al 100 % y a veces esas parejas siguen juntas por muchos años, pero al final la infidelidad es como una semilla que germinó y finalmente los hace terminar. Sin embargo, si la persona infiel entiende que la confianza se debe ganar de nuevo y trabaja por hacerlo ­–no sólo actúa como si lo hiciera– es posible recuperarla.

Aceptan los problemas

Las parejas que sobreviven a una infidelidad aceptan el sentimiento de incertidumbre, sobre todo los primeros meses. Saben que si despiertan con pesadillas en mitad de la noche, las cosas no están bien, pero que pueden mejorar, saben que si un día tienen el impulso de tomar sus cosas e irse, pueden hacerlo, pero optan por trabajar juntos.

Establecen nuevos límites

Es importante que no se trate de límites enfermizos que convierten la relación en una película de horror, sino que buscan tener nuevas reglas que ayuden a que el amor no se vaya. No se trata de revisar el teléfono de la otra persona, sino estar al tanto, escribirse, tener citas de nuevo, salir de la rutina, etc.

La infidelidad es algo difícil de entender, pero sí se puede continuar después de ella. Claro, como muchas cosas, depende de cada pareja, no es para todos y no hay nada de malo en ni siquiera considerarlo, pero si crees que es posible seguir con alguien que te ha lastimado y cambiar las cosas, estos consejos pueden ser útiles.

Fuente:

Bustle