En medio de la crisis climática y la necesidad de reducir con urgencia nuestra huella de carbono, la empresa Recompose lanzará una alternativa a la cremación y los métodos de entierro convencionales.

El objetivo es “una reducción orgánica natural”, es decir, convertir los restos humanos en abono para la tierra. Esto convierte al compostaje funerario en un proceso de descomposición ecológica amable con el ambiente y con los familiares.

Actualmente, las zonas destinadas a uso funerario están consumiendo valiosos espacios urbanos e impactando negativamente en el medio ambiente: enterrar un cuerpo contamina el suelo al utilizar productos químicos y necesita unos cuantos litros de agua. La otra alternativa usual es la cremación, que también contamina el aire.

La propuesta de la empresa estadounidense con base en Seattle es reducir el impacto ambiental de los procesos funerarios, ya que el compostaje funerario “minimiza los desechos, evita contaminar las aguas subterráneas con líquido de embalsamamiento y evita las emisiones de CO2 de la cremación, la fabricación de ataúdes, lápidas y revestimientos de tumbas”, según se indica en su página web.

El proceso de descomposición se lleva a cabo en unas criptas reutilizables con forma hexagonal y tarda 30 días hasta convertirse en abono para la tierra que podrá cultivar nuevas formas de vida. Cuando el proceso finaliza, las familias pueden llevarse parte del suelo creado para utilizarlo en jardines y plantas.

compost

Este concepto busca resaltar que toda la vida está interconectada y que los ciclos de la vida y la muerte pueden ser vistos como profundas transformaciones dentro un ciclo mayor que comienza una y otra vez. “Al permitir que los procesos orgánicos transformen nuestros cuerpos y los de nuestros seres queridos en un suelo fértil, ayudamos a fortalecer nuestra relación con los ciclos naturales mientras enriquecemos la tierra”, sostiene Recompose.

Cada vez que una persona elija un funeral verde en lugar de la cremación o el entierro convencional, ahorrará una tonelada de CO2. Aún así, esta alternativa no tiene como objetivo dejar las costumbres alrededor de un tema tan delicado como la muerte. Su objetivo es ofrecer una alternativa amigable con el ambiente y un nuevo punto de vista frente al dolor, en conexión con los ciclos naturales, con la tierra y con la capacidad de resiliencia que cada uno lleva en su interior.

El estado de Washington será el primero en permitir el compostaje humano y la apertura de la primera sede será en 2021. El precio será más alto que el de una cremación básica pero más bajo que el de la mayoría de los funerales. El proceso de compostaje funerario también estará disponible para las personas de otros estados o países que puedan organizar el transporte.

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