Es muy común oír la famosa frase “los opuestos se atraen”. Sacada de la física, esta idea se ha adaptado a las relaciones interpersonales; aunque la ciencia venga a demostrar lo contrario.

De acuerdo a diversos estudios, a la hora de lograr que una pareja funcione y perdure en el tiempo, es importante que las dos personas sean parecidas. Sobre todo, en algunos aspectos fundamentales.

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Los parecidos perduran en el tiempo

De acuerdo a un estudio de la Universidad de Kansas del 2017, las parejas con más acuerdos en personalidad, actitudes, valores, actividades recreativas y consumo de alcohol son las que llegan a compartir más tiempo juntas.

Entonces, puede ser cierto que una persona muy diferente a ti te atraiga en una primera instancia, pero al pensar en una relación a largo plazo es fundamental el compartir ciertos aspectos.

Asimismo, una investigación llevada a cabo en la Universidad de Michigan, encontró que unas de las claves de las parejas exitosas a lo largo del tiempo es tener hábitos comunes.

Puntos de vista similares, menos discusiones

Otros estudios han determinado que las parejas también suelen llevarse mejor si comparten el disfrute de nuevas experiencias y la apreciación del arte y la cultura.

Lo ideológico es otro factor de peso: estar con alguien que tiene posturas muy distintas a las nuestras sobre la forma en la que funciona el mundo, a la larga trae conflictos. Sí, puedes apelar al gran truco: “no se habla de política en la mesa”.

Aún así las diferencias tarde o temprano se harán notar.

Entonces, ¿Busco alguien igual a mí?


No, no es necesario que tu pareja sea un calco de tu persona. Aunque es muy importante que ciertas características se compartan, también hay cuestiones en las que ser complementarios es una ventaja.

Por ejemplo, de acuerdo al estudio llevado a cabo por Manon van Scheppingen, psicóloga de la Universidad de Amsterdam, la introversión/extroversión es un punto donde las parejas funcionan mejor complementándose.

Es decir, que dos personas demasiado introvertidas pueden tener problemas estando en pareja, y viceversa. En cambio, si se complementan, las cosas suelen resulta más sencillas.

También puede funcionar que una persona más meticulosa y estructurada se relacione con alguien más creativo aunque menos ordenado.

Pero al final, ya lo sabrás bien, en el amor no hay fórmulas.

No importa cuánto lo intentemos, nos enamoramos de quien nos enamoramos, y hacemos lo mejor que podemos con ello.

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¡Disfruta el amor!

Fuentes:

Clarín