Ballenas dejan de cantar: la escasez alimenticia preocupa en las especies marinas azules, aletas y jorobadas pues el canto es un rasgo exclusivo de los machos adultos. Sin embargo, en los últimos tiempos, estos majestuosos mamíferos marinos están quedando extrañamente silenciosos. Científicos advierten que este cambio podría ser una señal preocupante sobre el estado de los ecosistemas oceánicos.

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Gigantes del océano en alerta

Las ballenas azules son algunos de los animales más grandes que jamás hayan existido en la Tierra. Sus poderosos cantos pueden recorrer cientos de millas bajo el agua y son esenciales para la comunicación entre machos adultos. Recientes observaciones indican que la frecuencia de sus cantos ha disminuido notablemente, generando alarma entre los expertos.

El hallazgo proviene de un estudio publicado por PLOS One, que analizó más de seis años de grabaciones acústicas en el Ecosistema de la Corriente Central de California. John Ryan, oceanógrafo del Monterey Bay Aquarium Research Institute, junto a su equipo, descubrió que los patrones de canto no solo varían por estación, sino también según la disponibilidad de alimento.

Diferencias según la dieta

Las ballenas jorobadas, con dietas variadas, mantienen sus cantos habituales. En cambio, las ballenas azules y aletas, que dependen casi exclusivamente del kril, cantan con mucha menos frecuencia. Los investigadores vinculan esta disminución con la escasez de alimento, agravada por la ola de calor marina conocida como The Blob, que redujo las poblaciones de kril.

Consecuencias del estrés alimenticio

John Ryan explica: “Es como intentar cantar mientras estás hambriento. Pasan todo su tiempo solo tratando de encontrar comida”. Kelly Benoit-Bird agrega que los años de olas de calor marinas alteran el sistema oceánico, dejando a las especies dependientes del kril en desventaja y generando consecuencias a gran escala a lo largo de la costa oeste de América del Norte.

El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero intensifica el calentamiento global. Más del 90% del calor extra generado por el cambio climático es absorbido por los océanos, haciéndolos más vulnerables a olas de calor marinas severas. Este fenómeno podría estar afectando a otras regiones además de California.