No solo las personas se están preocupando por el cambio climático y ocupando por el cuidado ambiental en los espacios personales, sino que también ocurre en todos los ámbitos, como puede ser en el trabajo. En este contexto, los bonos verdes se han consolidado en el último tiempo como una alternativa de financiación para aquellas empresas que buscan ser más sustentables.

Qué son los bonos verdes

Si nos remitimos a la definición de bonos verdes son un acuerdo mediante el cual los emisores, que pueden ser Gobiernos, empresas o entidades, toman un préstamo de inversionistas para obtener un financiamiento o refinanciamiento de un proyecto nuevo o existente sobre temas específicos, que deben reembolsar en un plazo y a una tasa acordada previamente. La diferencia con otro tipo de bonos es que estos se toman específicamente para temáticas que tienen que ver con lo sustentable.

Estos acuerdos deben estar alineados con los Green Bond Principles (GBP), que son pautas que recomiendan la transparencia y la divulgación, al tiempo que promueven la integridad en el desarrollo del mercado. En este sentido, los bonos podrán recibir certificación si se destinan a las siguientes categorías: energías renovables, solar, eólica o geotérmica; edificaciones y transportes sustentables, gestión sostenible de agua y recursos, entre otros.

Bonos verdes para financias proyectos ambientales

Entre las instituciones que buscan este tipo de bonos verdes se pueden mencionar al Banco Mundial y a otras instituciones multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Financiera Internacional.

Bonos verdes y Banco Mundial

Según detalla la propia entidad bancaria, el Banco Mundial tenía proyectos para el cuidado ambiental y se necesitaba financiamiento. Asimismo, tenía una buena reputación como emisor de bonos de calidad y la capacidad para obtener informes sobre el impacto de sus proyectos.

Pero, existía un problema. Los inversores no podían tener la certeza de que los proyectos financiados iban a estar relacionados con cuestiones ambientales. Es por eso que se convocó al Centro de Investigación Internacional sobre el Clima y el Medio Ambiente (CICERO) de Oslo, para que sus científicos, expertos en estas temáticas, puedan brindar su opinión sobre los proyectos.

En el 2008 el Banco Mundial emitió un bono verde que sirvió como ejemplo para el resto de los bonos emitidos hasta la actualidad. Así, se definieron criterios para seleccionar proyectos que se financiarían con bonos verdes; se incluyó a CICERO para que proporcionara una segunda opinión, y se agregó la presentación de informes de impacto como una parte integral del proceso.

¿Qué relación hay entre bonos verdes y bonos de carbono?

Para entender esto es necesario remitirse a la huella de carbono, que es aquella que indica la cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que un determinado lugar genera y emite a la atmósfera. La misma se mide en toneladas equivalentes a dióxido de carbono (CO2).

La huella de carbono indica la cantidad de Gases de Efecto Invernadero

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Con el crecimiento de estas emisiones y la consecuente preocupación de los expertos en la materia, los países llevaron a cabo el Protocolo de Kioto (2005) y el Acuerdo de París (2015) con los que se establecen ciertos lineamientos para mitigar estos gases.

A partir de estos, los países aceptaron reducir las emisiones por debajo del 2%. Aquí, surgió el concepto de Huella de Carbono Neutra que se calcula en base a la emisión inicial de gases, la reducción de emisiones GEI certificadas y la compensación a partir de Bonos de Carbono.

Dichos bonos representan, entonces, el derecho a emitir una tonelada de dióxido de carbono a aquellos que han reducido la emisión de gases o capturado carbono, se los venden a firmantes del Protocolo Kioto y necesitan emitir gases por encima del límite permitido. De esta manera, se mantiene el balance establecido en el protocolo.

En resumen, a partir de los bonos verdes, es decir proyectos que generen la reducción de emisiones de gases se le brinda la posibilidad a empresas con superávit de CER a comercializar bonos de carbono y pagar su deuda generada por los mismos bonos verdes.

bonos verdes

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Diferencia entre bonos verdes, sociales y sustentables

Con frecuencia se confunden estos tres tipos de bonos que, si bien tienen relación, son cosas diferentes.

Como se explicó con anterioridad, un bono verde es un acuerdo financiero a partir del cual se llevan a cabo proyectos vinculados al cuidado ambiental. En cambio, los sociales son aquellos que se utilizan para contribuir de alguna manera a la población a partir de ese financiamiento. Asimismo, los bonos sustentables son los que impactan positivamente tanto en la sociedad como en el ambiente.

Lo que queda claro es que estos tipos de bonos están cambiando los enfoques empresariales por uno que es más comprensivo y atento a las necesidades de su países, mediante el cual se gana dinero invirtiendo y mejorando esas carencias.

Fuente: Banco Mundial, BBVA, ICMA, BCR y RedAcción.