Por: DW.

El joyero danés Pandora ha anunciado que dejará de utilizar diamantes procedentes de la minería y comercializará solamente joyas sintéticas producidas en laboratorios, un año después de haber optado por por usar solo oro y plata reciclada.

La compañía, que es una de los principales productoras mundiales, tomó la decisión de utilizar solamente diamantes sintéticos porque son más baratos y tienen todas las "características ópticas, químicas, térmicas y físicas" de los naturales.

Pandora, que fabricó 85 millones de joyas el año pasado y vendió 50.000 diamantes, dijo que pretendía "transformar el mercado de la joyería de diamantes con productos asequibles y creados de forma sostenible".

"Los diamantes son tanto un símbolo de innovación y progreso como de belleza perdurable, y son un testimonio de nuestra continua y ambiciosa agenda de sostenibilidad", destacó el jefe de Pandora, Alexander Lacik.

La primera colección de Pandora que utiliza diamantes de laboratorio -llamada Pandora Brilliance- será lanzada inicialmente en el Reino Unido antes de ser implementada a nivel mundial el próximo año.

Joyería con una mirada sustentable

El joyero, que se propuso para el 2025 utilizar solamente oro y plata reciclados, busca marcar tendencia en el mercado con una mirada más amigable con el medio ambiente. De hecho, la empesa danesa asegura que sus productos son fabricados con más de un 60% de energía renovable en promedio y espera llegar a un 100% cuando la colección se lance a nivel mundial.

Fundada en 1982 en Copenhague, Pandora se convirtió en una multinacional de más de 27.000 empleados, la mitad de ellos en Tailandia, donde se producen sus joyas. El grupo vende 250.000 piezas al día.

Los detractores de los diamantes procedentes de la minería afirman que su extracción provoca daños medioambientales y que los llamados "diamantes de sangre" contribuyen a financiar conflictos. En respuesta a estas acusaciones, un estudio encargado por la industria de los diamantes naturales en 2019 llegó a la conclusión de que los diamantes extraídos no producen emisiones excesivas de carbono.