¿Alguna vez has escuchado la palabra “millennial”? Seguro que sí. Los millennials son los miembros de la llamada “Generación Y”, es decir, los nacidos entre 1980 y 2000. Es mucho lo que se ha dicho sobre ellos y no todo es bueno, de hecho, se ha vuelto algo recurrente que algunas personas mayores desprecien o se burlen de los millennials por sus características.

Ha llegado al punto de que algunos les llaman “copos de nieve” (una expresión despectiva que describe a alguien que cree ser especial o diferente, como todos los copos de nieve). Además, muchos creen que los millennials son flojos, consentidos, hipersensibles y quieren hacer todo a su manera todo el tiempo, algo que esperan que se cumpla también en sus áreas de trabajo.

Por supuesto que generalizar sobre una generación completa de personas siempre es un error, pero existen algunas estadísticas que nos dan una idea de cómo se comportan los miembros de esta generación y cómo influye esto la forma en la que los empleadores los perciben.

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Los cambios sociales y tecnológicos de las últimas décadas han traído consigo nuevas fuentes de ansiedad laboral con las que algunos empleadores aún no han empatizado y pueden llegar a creer que esto hace a los millennials “consentidos”. Por ejemplo, en un mundo que se comunica cada vez más por mensajes rápidos, contestar el teléfono inesperadamente puede ser una fuente ansiedad.

En un estudio realizado en el Reino Unido, se concluyó que las personas entre 18 y 24 años tienen mayor tendencia a sufrir ataques de pánico, y una parte importante de estos ataques fueron causados por oficinas laborales abarrotadas de empleados, es decir, los millennials tienen una cierta aversión a los espacios superpoblados y esto no es algo de lo que hay que burlarse.

Por último, el transporte público es también una fuente importante de ansiedad que afecta a muchos miembros de la generación Y, y se estima que el 41% de los millennials sufre ansiedad al ser fotografiado en público, algo cada vez más común en la era de los celulares inteligentes.

Los cambios sociales y tecnológicos tienen efectos inesperados sobre las personas y los millennials saben esto muy bien, al crecer en un ambiente en el que las tecnologías sociales avanzan muy rápidamente. Se estima que para el 2020 la mitad de la fuerza laboral estará formada por millennials, por lo que los empleadores actuales deben sentar las bases para un ambiente sano y productivo en el futuro.

A pesar de todos los estereotipos, el profesor de psicología Cary Cooper cree que los millennials agradecen realmente las valoraciones honestas sobre su trabajo, las oportunidades de progreso, el trabajo flexible y el acceso a buena tecnología para impulsar la productividad.

Considerando que un futuro cercano serán los millennials los que le den forma al espacio laboral, reducir las fuentes de ansiedad laboral debe ser una prioridad para todos. Esto no quiere decir que haya que consentirlos, quiere decir que trabajamos juntos para un espacio laboral productivo, y esto es bueno para todos, millennial o no.