Grecia arde y su fauna paga: el impacto de los incendios forestales en el país helénico no solo destruyen casas y bosques, sino que también ponen en riesgo a miles de animales. Desde aves y mamíferos hasta reptiles e insectos, muchas especies ven cómo su hábitat desaparece en cuestión de horas. Los animales que logran escapar enfrentan hambre, estrés y desorientación, mientras que otros quedan atrapados por las llamas.
Pérdida de biodiversidad y efectos a largo plazo
La muerte de animales y la destrucción de su entorno natural alteran cadenas alimenticias y afectan la biodiversidad local. La regeneración de los ecosistemas se vuelve más lenta y los animales supervivientes deben competir por recursos limitados, lo que aumenta la posibilidad de conflictos con zonas urbanas y agrícolas.
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Organizaciones alertan sobre la urgencia del rescate
ONGs y expertos en conservación advierten que, sin medidas de prevención y rescate inmediatas, los daños podrían ser irreversibles. Programas de evacuación de fauna, refugios temporales y restauración de hábitats son esenciales para reducir el impacto y garantizar la supervivencia de las especies afectadas.
Principales causas de los incendios en Grecia
1. Actividad humana: negligencia y pirómanos
La mayoría de los incendios tienen origen humano. Entre negligencia —como descartar cigarrillos encendidos, fogatas sin apagar o uso de maquinaria en vegetación seca— y actos intencionales, hasta el 95 % de los siniestros se relacionan con estas causas.
Este año se han registrado más de 310 arrestos ─muchos por negligencia─ bajo una legislación cada vez más dura para frenar estos comportamientos GreekReporter.com.
2. Ola de calor y sequía extrema
Las temperaturas récord —mucho más altas de lo normal— y la prolongada sequía han convertido el país en “una sardina incendiaria”, aumentando drásticamente el riesgo y la propagación rápida del fuego.
3. Vientos secos que avivan las llamas
Vientos secos como los “Etesios” y el caluroso “Sirocco” soplan desde el Sahara, secando aún más la vegetación y facilitando la expansión del fuego, incluso durante la noche.
4. Falta de manejo forestal y abandono rural
La ausencia de una estrategia nacional efectiva y el abandono de la gestión del terreno han permitido que el material vegetal inflamable se acumule, convirtiendo los bosques en combustibles vivos y mortales.
5. Avance urbano desordenado
El crecimiento de construcciones en zonas forestales (interfase urbano-forestal) incrementa el riesgo al crear más puntos de ignición y dificultar las tareas de extinción.
6. Cambio climático: el catalizador clave
Los expertos coinciden en que sin el cambio climático, las actuales olas de calor extremas —cuyas temperaturas serían “virtualmente imposibles”— no existirían.
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