Hallan en Argentina un río lleno de oro con pepitas millonarias- la tradición minera en el país sudamericano tiene raíces profundas. Antiguamente, la extracción de oro mediante bateo era común en diversas zonas fluviales. Tras décadas de abandono, recientes hallazgos demuestran que aún es posible encontrar pequeñas cantidades de este preciado metal en los ríos del país.
Dónde encontrar oro en Argentina
Uno de los destinos más destacados es La Carolina, al pie del cerro Tomolasta. Fundado en el siglo XVIII, este pueblo de 300 habitantes conserva su tradición minera y ofrece experiencias únicas para quienes desean probar suerte con la batea.
El río Amarillo es la mayor atracción: se pueden realizar excursiones para buscar oro en sus sedimentos, reviviendo la experiencia de los antiguos mineros. Cada enero, la localidad celebra la Fiesta Provincial del Oro y el Agua, homenajeando esta herencia minera.
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Cómo extraer oro de los ríos
La técnica más utilizada es el bateo, que consiste en remover sedimentos del lecho del río con un recipiente cóncavo y agua. Esta actividad es legal si se realiza de forma artesanal, sin maquinaria pesada, y permite recuperar pepitas de oro sin dañar el ecosistema local.
En el cerro Tomolasta, las pepitas de oro alcanzan entre 17 y 20 quilates, y el gramo puede tener un valor cercano a $7000. Para reunir más de 1 kg de oro, sería necesario mucha paciencia y dedicación, pero la experiencia es única tanto para buscadores profesionales como aficionados.
Otros lugares con oro en Argentina
- Río Jáchal, San Juan: sigue siendo explorado por buscadores locales; el oro se encuentra en sedimentos y requiere técnica y paciencia.
- Macizo del Deseado, Santa Cruz: zonas como Tres Cerros y Bajo Caracoles aún guardan oro aluvional bajo ríos y valles patagónicos.
- Ríos Azul y Quemquemtreu, Río Negro: cerca de El Bolsón, son frecuentados por familias y aficionados como experiencia recreativa.
- Ríos serranos de Córdoba: menos conocidos, pero también con hallazgos dorados, como el Suquía y el San José.
La relevancia del hallazgo
Estos descubrimientos no solo reviven la tradición minera argentina, sino que también atraen a turistas, aventureros y coleccionistas, consolidando a los ríos del país como fuentes de oro y patrimonio cultural.
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