El año pasado, Greta Thunberg decidió faltar a clases todos los viernes para protestar frente al parlamento sueco, exigiendo que se tomen medidas para combatir la crisis climática.

Hoy, la activista se ha convertido en un ícono de la juventud que combate el cambio climático a nivel mundial, desatando un verdadero “efecto Greta". En distintos países han aparecido ambientalistas jóvenes inspirados por ella, como la brasileña radicada en Argentina Sofía Tapia Bin.

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Sofía tiene 18 años y nació en Sao Paulo, Brasil, pero luego se mudó a Argentina y actualmente vive en Mar del Plata. Desde muy joven, ha sentido una pasión por establecer un equilibrio ambiental en su comunidad, en gran parte como un legado de su familia, que se ha dedicado durante años a la reutilización y tratamiento del agua.

Actualmente estudia Gestión Ambiental en la UTN para ampliar sus conocimientos y formarse en el campo al que planea dedicarse. Específicamente, está interesada en la disponibilidad del agua potable para las futuras generaciones.

Sofía considera que, aunque vivimos en una era en la que la información está más disponible que nunca, “existe mucho desconocimiento sobre los procedimientos y tecnologías que permiten adoptar la economía circular en la gestión del agua”.

Para avanzar su formación en el área de la utilización y reutilización responsable de este recurso, la joven está realizando una pasantía en la Asociación Latinoamericana de Desalación, Reúso y Tratamiento de Agua y Efluentes (ALADYR), donde ha aprendido sobre los tóxicos que contaminan las fuentes del líquido que bebemos.

Afirma que su deseo por traer los recursos hídricos al alcance de todos proviene del trabajo de su familia. “Mi mamá y parte de mi familia fueron mis mentores. Ellos trabajan desde hace tiempo con el reúso y tratamiento del agua, implementando soluciones para optimizar su ciclo y su utilización en el Siglo XXI”, afirmó.

Recientemente, en vacaciones con su familia, Sofía estuvo en una planta de reúso de agua en Los Ángeles, California y considera que fue una experiencia inspiradora e inolvidable.

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Sofía es parte de una oleada de líderes jóvenes que han sido inspirados o han ganado más proyección en los medios como resultado del activismo ambiental de Greta Thunberg, y son una muestra esperanzadora del nivel de conciencia y compromiso de las nuevas generaciones, que ya se están convirtiendo en los líderes del mañana.

Según Sofía, los jóvenes no pueden permitirse perder la esperanza por el futuro y cree que juntos tienen la posibilidad de actuar por el cambio.

“Como jóvenes tenemos que formarnos y ser determinantes en los cambios que necesita el mundo con urgencia. Aún estamos a tiempo de asegurar los recursos para quienes vienen tras nosotros”, concluyó.

Fuente:

Clarín