¿Por qué todos están hablando del regreso del caldo de huesos?: en las cocinas internacionales, esta opción se presenta como el último superfood, con hashtags virales y nutricionistas que lo defienden como un auténtico elixir de bienestar.

En España, sin embargo, este alimento no es ninguna novedad: siempre ha formado parte de nuestra cocina, especialmente en su versión clara, base de cocidos, pucheros o escudellas.

Hoy, la tendencia se centra en el caldo oscuro, elaborado con huesos tostados y cocción lenta, mucho más concentrado, con sabor intenso y gran versatilidad culinaria.

Orígenes de un alimento tradicional

Lo que en Estados Unidos o Asia se considera un redescubrimiento, aquí se conoce desde siempre como caldo casero. Nuestra tradición se ha basado en caldos claros hechos con huesos de pollo, jamón o ternera, que sirven de base a sopas y platos de cuchara durante generaciones.

En muchas casas todavía se guarda el hueso de jamón tras las fiestas para enriquecer unas lentejas, o se compra un hueso de caña para obtener un caldo con gelatina natural. En Castilla y León, el caldo de gallina vieja es sinónimo de alimento reparador; en Andalucía, el puchero da soporte a sopas y consomés; en Cataluña, la escudella i carn d’olla muestra cómo un caldo de huesos sostiene todo un menú completo.

El caldo de huesos demuestra cómo lo cotidiano puede convertirse en tendencia global. Para España no es moda, sino herencia. (msn.com)

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Por qué vuelve a estar de moda

El renacer del caldo de huesos oscuro responde a varias tendencias:

Beneficios del caldo de huesos

Su cocción lenta (12–24 horas) libera compuestos nutricionales según el tipo de hueso y tiempo de cocción:

  1. Colágeno y gelatina: aportan textura y saciedad, beneficios sobre piel y articulaciones en estudio.
  2. Aminoácidos (glicina y prolina): participan en procesos metabólicos y digestivos.
  3. Minerales (calcio, magnesio, fósforo, potasio): liberados en pequeñas cantidades.
  4. Glucosamina y condroitina: asociados a la salud articular, presentes de forma variable.

Principales beneficios:

Cómo preparar un caldo de huesos oscuro

Ingredientes:

1,5 kg de huesos (ternera, pollo o gallina vieja), 2 zanahorias, 2 ramas de apio, 1 puerro, 1 cebolla, 1 tomate maduro (opcional), Perejil, 2–3 litros de agua fría, 2 cucharadas de vinagre de manzana, Sal y pimienta negra.

Preparación:

  1. Tostar los huesos en horno a 200 °C durante 20–30 minutos.
  2. Pasar a una olla grande, añadir verduras, vinagre y agua fría.
  3. Hervir suavemente, retirando impurezas, durante 12–18 horas.
  4. Colar, rectificar de sal y enfriar rápidamente. Conservar en nevera o congelar en porciones.