Araña genéticamente modificada crea seda superresistente: investigadores financiados por la Marina de Estados Unidos lograron que insectos domésticos produjeran seda roja fluorescente mediante la técnica CRISPR, un avance que podría transformar desde la medicina hasta la tecnología aeroespacial.
Cómo lograron la hazaña
El equipo de la Universidad de Bayreuth, Alemania, liderado por Thomas Scheibel, aplicó CRISPR-Cas9 en hembras de Parasteatoda tepidariorum, arañas domésticas comunes. Inyectaron la solución genética directamente en los huevos antes de la reproducción, incorporando un gen que codifica proteína fluorescente roja (mRFP).
El procedimiento fue complejo: sólo el 7% de los huevos produjo descendencia modificada, debido a la naturaleza caníbal y al desarrollo embrionario complicado de estas arañas.
Crisis: 92 ballenas grises muertas en California Sur
Doble objetivo del estudio
Desactivar el gen sine oculis: responsable del desarrollo de los ojos. Las arañas modificadas perdieron total o parcialmente la visión, confirmando la función del gen.
Insertar el gen de la proteína fluorescente en la seda: el resultado fue seda roja que brilla bajo luz UV, demostrando que es posible añadir funciones específicas sin alterar la estructura original del hilo.
Por qué es un avance revolucionario
La seda de araña es extremadamente resistente y elástica: soporta hasta 1,7 gigapascales de tensión. Hasta ahora, modificarla requería procesos costosos en laboratorio. Con este avance, se puede alterar directamente en el organismo, abriendo oportunidades para crear supermateriales a la carta.
Aplicaciones potenciales:
- Medicina: hilos quirúrgicos más resistentes, andamios para regeneración de tejidos.
- Industria textil: fibras ultraligeras para chalecos antibalas.
- Aeroespacial y tecnología militar: materiales compuestos para aviones y naves más ligeras y resistentes.
Próximos pasos
El equipo planea insertar genes que refuercen aún más la seda o le otorguen capacidad de conducir electricidad. Esto convertiría a la seda de araña en un material ultraresistente, ultraligero y ultraflexible, con un enorme potencial en diversas industrias.
La investigación, publicada en Angewandte Chemie, marca un hito en la bioingeniería y resalta el valor de la edición genética para desarrollar materiales sostenibles y de alto rendimiento.