Las berenjenas son unas hortalizas suaves y nutritivas originarias de Oriente, que se han extendido a todo el mundo debido a su característico sabor y sus propiedades benéficas para el organismo. Además, existen muchas recetas para hacer con berenjenas, ya que su textura y sabor las hacen muy versátiles a la hora de cocinar. 

Aunque necesitan mucho espacio para crecer, puedes cultivarlas en una maceta amplia y mantenerla en tu balcón, terraza o patio. Lo único que necesitarás es mantener la tierra humedecida y fértil, y brindarle a tu planta una gran cantidad de luz solar, ya que provienen de suelos cálidos.

Sigue este sencillo paso a paso, ¡y en dos meses cosecharás tus propias berenjenas!

Procedimiento

1. Para comenzar tienes dos opciones: cultivar semillas de berenjena, o bien plantar una plántula obtenida en una huerta o vivero.

Las semillas se extraen de los frutos maduros, solo con ayuda de los dedos. Luego, debes lavarlas con agua para quitarle los restos de pulpa, dejarlas escurrir, y  secar en un papel por aproximadamente tres días.

Haz un pequeño orificio en la tierra de aproximadamente 1,25 centímetros de profundidad, coloca en él dos semillas y cubre con tierra adicional. También puedes hacer esto utilizando una herramienta para sembrar creada por ti mismo, que te servirá en otras ocasiones. 

Coloca las macetas en un lugar cálido y soleado, por ejemplo, junto a una ventana; y manten tu planta húmeda al tacto. 

Deja germinar las semillas por alrededor de diez semanas. Cuando hayan alcanzado 15 centímetros de altura, deberás trasplantar los plantines a otra maceta más profunda. Procura hacerlo solo si el clima es lo suficientemente cálido. 

Nota: si has elegido adquirir tus plantines directamente, comienza con el paso a paso a partir de este punto. 

La maceta recomendable es un contenedor de aproximadamente 30 litros de capacidad, con una profundidad de 25 centímetros. Calcula además que cada berenjena debe tener alrededor de 30,5 centímetros de espacio para poder crecer.
Como con cualquier cultivo, siempre cuida que tengan un buen drenaje, para que el agua no se acumule en las raíces de la planta.

Es preferible además que elijas una maceta de cerámica, ya que mantendrá el calor mejor que el plástico, favoreciendo a la planta. Además, suelen ser más pesadas, por lo cual soportarán más fácilmente el peso de la berenjena madura.

La tierra que utilices debe contener suficiente compost. Una opción recomendable es utilizar una mezcla de dos partes de tierra y una de arena, que te ayudará a controlar la humedad.


2. Para trasplantarla, humedece el suelo y haz un hoyo donde colocar la plántula lo más recta posible. Luego, agrega tierra alrededor para mantenerla en su lugar, sin presionar demasiado para no dañar la raíz.

3. Coloca tu maceta en un lugar soleado, ya que estas hortalizas crecen en suelos cálidos y requieren mucha luz y calor. 

4. Una vez que florece la planta, y antes de que esté completamente crecida, cosecha las berenjenas cuando su piel tenga un aspecto brillante. Hazlo cortando, sin tirar de la planta.

Nota: el tiempo dependerá de la variedad de berenjena que cultives, pero en general podrás utilizarlas dentro de dos o tres meses luego de plantadas las semillas. 

Consejos y cuidados de la planta de berenjena

- Manten húmeda la tierra (especialmente en la época en que crecen los frutos), pero no te excedas en el riego.

- La planta debe estar expuesta por lo menos 12 horas al día al sol, y cuidarse de los fríos. 

- Cuando la planta alcanza una altura de 60 centímetros es conveniente utilizar guías, ya que de lo contrario es posible que las berenjenas crezcan muy poco hacia arriba y produzcan menos frutos.

- Las berenjenas crecen mejor al aire libre, ya que tienen más acceso a la luz solar, y pueden ser polinizadas.

- Si las hojas comienzan a palidecer, quizá necesites agregar un poco más de compost a la tierra.

- La temperatura media para un buen crecimiento es de 25º C, aunque la planta soporta bien las temperaturas elevadas.

- Poda las hojas interiores e inferiores para mejorer la iluminación y ventilación.

- No conviene dejar crecer demasiado el fruto porque la carne se endurece y llena de semillas. 

- Para saber si está lista para cosechar, coloca la berenjena en la palma de tu mano y presiónala suavemente con el dedo pulgar. Si la cáscara se hunde y retorna a su forma original, está lista. Si no se hunde, no está lo suficientemente madura; y si lo hace, y no retorna a su forma original, se ha excedido y puede que su sabor sea muy amargo.

Ahora que ya sabes cómo hacerlo, ¡puedes comenzar a cultivar tus propias berenjenas en tu hogar! También puedes animarte a comenzar con tu huerta orgánica y verás que existen muchas plantas que cosecharás rápidamente