El comercio de primates africanos es un negocio muy lucrativo que cada año involucra cientos de miles de animales y amenaza la supervivencia de las poblaciones salvajes. Si bien la mayoría de los primates están legalmente protegidos de la caza y la exportación, esto no los protege por completo de ser víctimas del tráfico ilegal, local o internacional.

Y es que un gorila puede costar hasta 430 mil dólares en el mercado negro, mientras que un chimpancé se puede adquirir por 75 mil. Ambos son víctimas frecuentes del comercio ilegal de primates, que está creciendo en el mundo, especialmente en China.

Eso fue lo que indicaron un grupo de directoras de distintos centros de estudio durante un encuentro en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, España.

¿Qué primates se trafican?

El comercio ilegal, que Interpol ahora reconoce como "crimen de vida silvestre", es difícil de rastrear, pero es muy preocupante porque alrededor del 60% de las especies de primates están en peligro de extinción.

Se estima que los principales exportadores son Asia (55%) y África (25%), porque la mayoría de los primates son propios de sus hábitats tropicales. Los destinos más comunes de los primates son América del Norte (50%), Europa (31%) y Asia (19%).

Debido a la naturaleza ilegal del tráfico, es difícil saber exactamente cuántos animales de cada especie se comercializan, vivos o muertos, cada año. Además de los gorilas y chimpancés, los bonobos también son muy populares, y se estima que el valor total del mercado de primates africanos vivos varía entre 2 y 8 millones de dólares cada año.

¿Por qué se trafica a los primates?

Debido a la alta demanda, la exportación de primates es un negocio muy lucrativo. Los primates vivos se venden principalmente como mascotas y entretenimiento, como circos, películas y comerciales.

Algunos de los primates africanos más populares como mascotas son los chimpancés, macacos de Marruecos, lémures y galagos. El comercio de macacos, además de la pérdida de hábitat, ha causado una disminución masiva de ejemplares. De 17 mil ejemplares en 1975, ahora solo quedan 4 o 5 mil.

Si bien el comercio en vivo es enorme, el comercio de carne, como comida o por sus supuestas propiedades místicas, también afecta enormemente a las poblaciones de primates. Aproximadamente 8 mil chimpancés, gorilas y bonobos son asesinados cada año por comida.

En la mayoría de los casos, los primates son cazados furtivamente y luego integrados al comercio, pero muchas veces los cazadores se quedan con las crías de las víctimas y las mantienen como mascotas, o las venden posteriormente.

¿Qué se puede hacer?

De acuerdo con Marilyn Norconk, profesora emérita de la Universidad de Kent, “es necesario que haya un cambio en el comportamiento para reducir la demanda de mascotas de primates”.

El comercio está impulsado por un mercado internacional de primates mascotas, y las redes sociales están ayudando a impulsarlo como plataformas cada vez más populares para publicitar y comercializar vida silvestre.

Norconk cree que debemos crear conciencia en los consumidores potenciales, quienes deben saber que los primates jóvenes tienen muy pocas posibilidades de supervivencia durante la captura y el transporte.

Considera que, en los países con hábitat de primates, una mejor capacitación y salarios más altos para los oficiales de vida silvestre son esenciales para reducir su comercio como mascotas. La aplicación de las leyes, y la creación de programas de educación ambiental y santuarios para primates también debe ser parte de la estrategia.

Por su complejidad, Nordonk considera que necesitamos una mejor aplicación de las leyes existentes y mayor concientización para las personas en los países exportadores e importadores.

Todos deben saber más acerca del impacto negativo del comercio en los individuos y en las especies enteras, que están cada vez bajo mayor presión por la sobreexplotación y exportación.

Fuente:

Sierra Leone News

EFE Verde