Durante los últimos años, ha habido un fuerte aumento del derretimiento glaciar como consecuencia del cambio climático. Según un informe reciente, para finales de este siglo, las masas de hielo habrán perdido entre el 35% y el 40% de su volumen actual y, en el caso de los Alpes Europeos o los Pirineos, hasta un 80%.

Así lo asegura el informe “Sobre hielo frágil: cómo reducir la contaminación puede ralentizar el calentamiento global y salvar vidas”, de la Iniciativa Internacional sobre el Clima de la Criosfera (ICCI, por sus siglas en inglés). Actualmente, como consecuencia del derretimiento de los glaciares, el nivel del mar ha subido hasta 65 metros.

“Los glaciares tienen una importancia global ya que son los principales contribuyentes al aumento del nivel del mar”, aseguró la investigadora de la Universidad de Alaska (EE.UU.), Regine Hock, y agregó: “Incluso la gente que nunca ha visto un glaciar se verá afectada por el deshielo”.

Además, los especialistas aseguran que los glaciares seguirán perdiendo masa aunque se detenga el cambio climático, porque la criosfera “responde lentamente a los fenómenos que le afectan”. Sin embargo, la cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos sí puede marcar la diferencia, ya que cuanto mayor sea el escenario de emisiones, mayor será la pérdida de masa.

Los efectos del deshielo

El deshielo no solo afecta en el aumento del nivel del mar, sino que también tiene otros impactos, como la liberación de metano y dióxido de carbono del permafrost y las regiones cercanas a las costas siberianas, y la aceleración del calentamiento global debido a la pérdida de hielo marino en el Ártico.

De hecho, en el último tiempo, se ha producido un aumento de la temperatura mundial de 14°C a 26°C. Además, el aumento de las temperaturas en la criosfera puede conllevar otros riesgos, como el derretimiento de Groenlandia o el colapso de la capa de hielo de la Antártida occidental.

En el caso del Ártico, entre 2015 y 2019, la pérdida de glaciares fue mayor que en cualquier otro período de cinco años registrado, según un informe de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global.

Además, según la NASA, el hielo marino del Ártico alcanza su mínimo de superficie cada septiembre como parte de un proceso natural de deshielo, pero el cambio climático ha agravado la situación hasta niveles sin precedentes.

“No deberíamos superar el aumento de la temperatura del planeta de 1,5°C y, sin embargo, es a donde nos estamos encaminando", lamentó la investigadora del ICCI, Geïdi Sevestre.

“Todos estamos conectados de alguna manera a la criosfera”, continuó Sevestre, y concluyó que, hoy, alrededor de 2.000 millones de personas dependen de los glaciares para obtener agua y, aunque la mayoría de gente nunca verá uno, su pérdida nos afecta a todos.

Fuentes

Agencia EFE