Tan solo recuerda estas 3 palabras: Reducir, Reutilizar y Reciclar.

El cuidado del medioambiente no es una moda, sino que es un gesto necesario para alcanzar un desarrollo sostenible que permita satisfacer nuestras necesidades sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.

Hoy día se habla por todos lados de sostenibilidad (o sustentabilidad) en las redes sociales, en la televisión, parece un tema omnipresente como si se tratara de algún reto viral, pero nada más lejos de la realidad: la sostenibilidad no es una moda pasajera, sino que ha llegado para quedarse. Y tal vez te hagas preguntas como estas: ¿qué es la realmente sostenibilidad? ¿Cómo puedo ser más sostenible sin caer en el intento?

¡Sigue leyendo para descubrir las respuestas a estas preguntas!

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¿Qué es realmente la sostenibilidad?

La sostenibilidad o sustentabilidad se refiere a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, la protección del medio ambiente y bienestar social. Lo que permitirá alcanzar un verdadero Desarrollo Sostenible.

Por una parte, la sostenibilidad ambiental se centra en preservar la biodiversidad sin tener que renunciar al progreso económico y social. La sostenibilidad económica se ocupa de que las actividades que buscan la sostenibilidad ambiental y social sean rentables, y la sostenibilidad social busca la cohesión y estabilidad de la población.

¿Cómo puedo ser más sostenible sin caer en el intento?

Esta es la pregunta del millón, y la buena noticia es que es mucho más fácil de lo que pueda parecer. Pero hay que tener en cuenta varias cuestiones importantes: por una parte, hay que tener presente que todas las actividades generan impactos en mayor o menos medida, no hay impactos cero. Y, por otro lado, no se trata de hacer las cosas perfectas, sino de hacer lo que puedas en tu contexto, con las herramientas y recursos que de los que dispones. Por lo que no busques la perfección, haz lo que puedas. Porque quien hace lo que puede, no está obligado a más.

Dicho esto, ¿cómo te sentirías si te dijera que existen una serie de hábitos que te permiten tener un consumo más responsable, gestionar mejor tus residuos y además ahorrar dinero? Se trata de la Regla de las 3R, formadas por reducir, reutilizar y reciclar. Estas erres han de aplicarse en un orden lógico y concreto, puesto que si partimos de la base de que ”El mejor residuo es el que no se genera” la Reducción es el primer aspecto a tratar seguido por Reutilización y por último (y no por ello menos importante) Reciclaje. Pasemos a describir cada una de estas erres.

Reducir.

Este es el punto más importante y el primero a considerar, se trata de aplicar medidas encaminadas a evitar generar residuos, por ejemplo, alargando la vida útil de los productos. Algunos ejemplos prácticos para reducir residuos es utilizar un teléfono móvil hasta el final de su vida útil, sin cambiarlo antes de que deje de funcionar, comprar productos a granel para generar menos residuos envases, utilizar productos recargables, productos de limpieza e higiene en formato sólido etc.

Reutilizar.

Son acciones encaminadas a volver a utilizar un producto con la finalidad que tenía desde un principio u otra diferente, por ejemplo, reutilizar las bolsas de la compra, reutilizar latas vacías para hacer ceniceros, rellenar botellas de nuevo para beber o almacenar algún líquido, etc. El límite a la reutilización, lo pone tu imaginación.

Reciclar.

En este punto, cabe destacar que, aunque socialmente se le llama “reciclar”, lo que hacemos como ciudadanos realmente es separar en origen los residuos en sus lugares correspondientes, que es una tarea primordial puesto que una correcta separación en origen facilita o imposibilita el reciclaje de los diferentes materiales. El reciclaje consiste en procesos de valorización que permite que los materiales procedentes de los residuos sean aprovechados de nuevo como materia prima y recursos para fabricar nuevos productos iguales o diferentes. Hay que indicar que el reciclaje se lleva a cabo en empresas recicladoras a nivel industrial, nosotros como ciudadanía podemos reciclar a nivel doméstico solo algunos residuos, como los orgánicos o el aceite usado, por ejemplo. El reciclaje permite reincorporar al ciclo los materiales y mantenerlos en uso el mayor tiempo posible.

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Por ejemplo, mediante el reciclaje se puede transformar una botella de plástico en una nueva botella o por el contrario utilizar el material plástico para fabricar fibra textil y con ello hacer un forro polar, por ejemplo. Lo mismo sucede con el resto de materiales.

Existen algunas otras reglas más complejas como las 5R, 7R o 9R, pero ¿cómo de útiles y prácticas son? Míralo en el siguiente vídeo: