¿Sabías que los caballos pueden salvar los bosques del fuego?: un estudio reciente, liderado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Lleida (UdL), revela que la especie adapta su dieta según la raza, el entorno y el manejo.

Esta capacidad de ajuste los convierte en aliados potenciales para la prevención de incendios forestales, complementando el papel de otros herbívoros como ovejas y cabras.

Según Ariadna Nieto-Espinet, coautora del trabajo publicado en Agroforestry Systems, “nuestro estudio es uno de los primeros que analiza con datos empíricos el potencial de los caballos en la gestión forestal mediterránea”.

Tres modelos de pastoreo analizados

El equipo investigador evaluó tres escenarios diferentes:

  1. Caballos de Przewalski en semilibertad en la Reserva Nacional de Caza de Boumort, con baja densidad ganadera (0,02 cabezas/ha/año).
  2. Razas rústicas Pottoka en el Parque Natural de El Garraf, pasto continuo en semilibertad con carga baja (0,2 cabezas/ha/año).
  3. Caballos cruzados sometidos a pastoreo intensivo a corto plazo con alimentación suplementaria y carga alta (2,5 cabezas/ha durante un mes y medio).

2.000 belugas rescatadas bajo el hielo con música clásica

El caballo ha estado presente en momentos clave del desarrollo humano: fue medio de transporte, fuerza de trabajo, símbolo de estatus, arma de guerra, inspiración artística y, más recientemente, aliado en terapias emocionales y rehabilitación física. (PINTEREST)

Cómo se analizó la dieta

Los investigadores recolectaron 50 muestras fecales frescas y aplicaron análisis microhistológicos de la epidermis vegetal, considerando especies leñosas como Quercus, Juniperus y Pistacia, y herbáceas como el listón (Brachypodium retusum). Este método permitió evaluar con precisión los cambios en la alimentación según la disponibilidad de recursos.

Los caballos de Przewalski mantienen los campos abiertos todo el año, consumiendo principalmente gramíneas y con bajo impacto sobre la vegetación leñosa. Esto favorece la prevención de incendios al reducir la carga de combustible.

Las Pottoka, en pastoreo prolongado, comienzan alimentándose de gramíneas finas altamente inflamables y, al agotarse estas, consumen plantas leñosas. Esta estrategia ayuda a controlar tanto los combustibles finos como los más gruesos, manteniendo el sotobosque bajo control.

Los caballos cruzados adaptan rápidamente su dieta, pasando de herbáceas a plantas leñosas en pastoreos intensivos a corto plazo. Esto demuestra su potencial para intervenciones de gestión forestal dirigidas y temporales.

Jordi Bartolomé Filella, profesor de la UAB, afirma que “los caballos pueden adaptarse rápidamente a los recursos disponibles, incluidas especies leñosas, complementando a ovejas y cabras en la prevención de incendios”. Ariadna Nieto-Espinet agrega que las razas rústicas “son clave en tareas silvopastoriles, contribuyendo al mantenimiento de espacios abiertos y del paisaje mosaico”.

Futuro y sostenibilidad

Aunque se necesitan más estudios a largo plazo para cuantificar el impacto directo de los caballos sobre la biomasa inflamable, su adaptabilidad dietética los posiciona como una herramienta prometedora dentro de estrategias de gestión forestal más sostenibles, especialmente en un contexto de cambio climático, despoblamiento rural y mayor riesgo de incendios.